"Si alguien quiere una secesión de parte del territorio, la Constitución dice lo que hay que hacer" dijo Guerra. "Lo que no vale es presionar, coaccioar con una especie de temible reforma de la Constitución para obtener beneficios políticos coyunturales.

En unas declaraciones efectuadas en el marco de la presentación del libro "Los socialistas y la Constitución", Guerra dijo que la asamblea de municipios (propuesta por EH y PNV) "viene a confirmar lo que es, desde la reunión de Barcelona, después de Estella y el documento de ETA, una política del nacionalismo en general, vasco, catalán y gallego y, específicamente en este caso del nacionalismo vasc. Una política de intentar anular el consenso que se consiguió en la Constitución de 1978".

El ex vipresidente del Gobierno agregó que "todo el mundo tiene derecho a proponer la reforma de la Constitución, pero debe decir qué quiere reformar y con qué texto. Lo que no vale es presionar, coaccionar con una especie de temible reforma de la Constitución para obtener beneficios políticos coyunturales".

En el caso concreto de la Asamblea de Ayuntamientos, "en realidad lo que hace es poner en evidenciaque el nacionalismo vasco ha vuelto a sus fueros que es el carlismo. Hoy todo el nacionalismo vasco es carlista, absolutamente carlista. No sólo preconstitucional, sino premoderno, pre sociedad moderna, es lo que ha sido siempre el carlismo en el País Vasco. Ahora parece que el PNV, EA y HB están declarando con su comportamiento, claramente, que están en el más puro y rancio carlismo, cosa que se da de bruces con una Constitución democrática como la de 1978".

EL MECANISMO

En opinión de Alfonso Guerr, "el problema no es la ruptura de la unidad. El problema es que si alguien quiere una secesión de parte del territorio, la Constitución dice lo que hay que hacer. Hay un mecanismo en los artículos 167 y 168 que indica, en este caso el 168, que alguien puede proponer cualquier tipo de modificación de la Constitución, que requiere un quorum para ser aprobada, que exige un referéndum, que las Cámaras según el asunto, de esa envergadura desde luego, han de disolverse y convocar nuevas elecciones y las nuevas ámaras vuelven a votarlo".

"Hay un mecanismo establecido. Entonces quien lo quiera proponer...", agregó. "A mí no me asusta que nadie proponga nada. El problema es que se hace todo subrepticiamente, se hace todo diciendo que no quiero la secesión, pero dando pasos continuamente hacia la secesión".

"Yo lo he dicho alguna vez", continuó, "parece que es algo bromístico pero no lo es, es una cosa muy seria, que podríamos tener la gran sorpresa de que un referéndum en el País Vasco sobre la secesión oindependencia diera negativo y que en toda España, menos el País Vasco, diera positivo. Es decir, lo contrario de lo que está diciendo todo el mundo. Tal vez esos carlistas premodernos, que tanto hablan de la soberanía se negaran a esa soberanía, a esa independencia llegado el momento, y tal vez los que parece ser que están intentando que no se rompa esa unidad, tal vez un día llegaría en que dijeran, ¡que lo hagan!".

"Con lo cual", agregó Guerra, "hay una especie de baile de máscaras en la que la gene debiera quitarse la máscara de una vez por todas. Defender con la palabra y con los principios lo que se quiera, la Constitución lo permite absolutamente todo, lo que no permite es el chantaje, la coacción, ni la creación de un sistema de 'apartheid' en el País Vasco, que es lo que el carlismo tradicional, hoy con otras siglas, está pretendiendo".

Respecto a como está gestionando el Gobierno el proceso de paz, Guerra señaló que, a su juicio, "no lo está haciendo bien". Agregó que sabe que, aunque elpresidente del Gobierno diga que ETA no ha nombrado interlocutores, "yo sé", dijo, "que ha habido una reunión que por parte del Gobierno no la ha encabezado el señor Zarzalejos sino el señor Arriola. Sé que ha sido un fracaso la primera reunión, y sé que el ministro del Interior ha tenido una confrontación muy fuerte con los que fueron a esa reunión".

"A mi juicio", dijo sobre el Gobierno, "no lo está gestionando bien y eso es bastante dramático porque el Gobierno debiera hacer todo lo posible para qu la tregua sea el fin definitivo del crimen y de la violencia. Y la oposición desde luego debe apoyarle en esa tarea, pero si no hace nada, difícilmente se le va a poder apoyar.