Esta declaración fue aprobada por la Junta de Portavoces y leída en el pleno por la presidenta del Congreso de los Diputados, Luisa Fernanda Rudí, en repulsa al asesinato a manos de ETA del senador y presidente del PP en Aagón, Manuel Giménez Abad, el último atentado con coche bomba en el centro de Madrid y el intento de asesinato del periodista Gorka Landáburu.

En la citada declaración se afirma "que la libertad y el respeto a los derechos humanos son principios fundamentales e irrenunciables de nuestra sociedad y constituyen el pilar básico sobre el que se asienta la convivencia democrática".

Asimismo, señala que "la violencia es por tanto radicalmente incompatible con el ejercicio de la acción política y atentade forma directa contra los valores que sustentan el Estado democrático de Derecho que nuestra Constitución consagra".

Continúa diciendo que "el marco de derechos y libertades que nos hemos dado los españoles permite la defensa de cualquier idea o proyecto político. El terrorismo tiene por lo tanto como único objetivo imponer por la fuerza lo que no logra alcanzar mediante el debate democrático y es, de este modo, el fiel reflejo de un propósito totalitario y excluyente.

Por último, el comunicadoprecisa que "combatirlo (el terrorismo) es pues un deber de toda la sociedad y especialmente de las fuerzas políticas democráticas, que debemos con nuestra acción hacer frente a quienes sólo buscan destruir la convivencia pacífica y libre de los españoles".