Aznar respondió así, durante su intervención ante la Junta Directiva del Partido Popular, a las declaraciones en el Aberri Eguna del presidente del PNV, que señaló que vacos y españoles se encuentran en una situación casi de guerra.

El jefe del Ejecutivo central puntualizó que no existe semejante división entre ciudadanos del País Vasco y del resto de España, y señaló que el único problema que tienen unos y otros es el terrorismo de ETA.

Asimismo, advirtió de que el proyecto soberanista del "lehendakari", Juan José Ibarretxe, ni cabe en la Constitución ni cuenta con el respaldo de la mayoría vasca, por lo que le instó a dedicar "todos sus esfuerzos" a garantizar a libertad de los que piensan diferente al nacionalismo.

Aznar criticó que el Partido Nacionalista Vasco esté tratando de poner en marcha un plan independentista que rompe con la Constitución cuando todas las formaciones políticas han tratado durante años de consolidar la "normalidad" de la democracia.