Esta formación política difundió de nuevo en sus redes sociales el caso de Javier, un anciano que no tiene familia que le ayude con su perro y que se ha visto obligado a mantenerlo en una casa de acogida, ya que la residencia donde vive no le permite tenerlo consigo.

La portavoz nacional de Pacma, Yolanda Morales, señaló que Javier ha afirmado en varias ocasiones que su "único nexo con la vida" es su perro Rick, un golden retriever que ya supera los 10 años de edad y que actualmente está siendo acogido altruistamente por una familia de Lasarte (Guipúzcoa).

La formación animalista recalcó que, antes de encontrar un hogar temporal para su perro, Javier no tuvo más remedio que dejarlo en una casa ‘okupada’ solo durante las noches, mientras él iba cada día a alimentarlo y sacarlo a pasear.

Todo ello porque, a pesar de que algunas residencias en España ya permiten la entrada de animales, muchas otras siguen prohibiendo esta convivencia. "Fuerzan innecesariamente a los mayores a tomar decisiones desgarradoras que afectan tanto a su bienestar como al de sus animales", subrayó Morales.

DERECHO

Por otro lado, el Pacma apuntó que ninguna persona mayor debería verse obligada a separarse de su animal al ingresar en una residencia, siempre que pueda garantizar su cuidado.

"Para muchas de estas personas, su compañero animal es su única familia, su apoyo emocional y su motivo de compañía y felicidad. La separación forzosa en estos casos es innecesariamente cruel y evitable, y debe considerarse un problema de derechos fundamentales", añadió Morales.

El vínculo entre humanos y animales es cada vez más reconocido como beneficioso para la salud física y mental. Numerosos estudios han demostrado que la convivencia con animales reduce el estrés, la ansiedad y la depresión en las personas mayores, mejorando su calidad de vida y fomentando la actividad física. “Negarles este derecho es deshumanizante y genera un impacto emocional devastador tanto en ellos como en sus animales”, según el Pacma.

Por ello, el Pacma propuso que el cómputo general de residencias de ancianos en España permita la convivencia con animales siguiendo el modelo de los centros que ya han adoptado esta medida con éxito. "Si algunas residencias ya han demostrado que esto es posible, no hay razón para que el resto sigan imponiendo restricciones que solo generan sufrimiento", afirmaron desde la formación animalista.

Por ello, reclamó a las administraciones que se establezca “una normativa clara y uniforme” que garantice este derecho en los centros residenciales del país y que se habiliten recursos y asistencia para las personas mayores que necesiten ayuda en el cuidado de sus animales, evitando que “se vean obligados a abandonarlos o a buscar soluciones precarias”.