Así lo manifestó en su primer discurso en dicho cargo, tras la votación en la que fue elegido presidente. "Confío que esforzándome en el trabajo día a día podré obtener al final la aprobación de unos y otros", expresó.

Así, prometió una relación "fluida y lo más fructífera posible poniendo siempre a los ciudadanos en el centro de la acción política". "Me comprometo a ser el presidente de todas sus señorías sin excepción y contribuir con equidad y con imparcialidad a la relación con los grupos parlamentarios", remachó.

En ese sentido, agradeció a quienes le han otorgado su confianza en la votación y mostró su "absoluto respeto" a quienes no, por lo que pidió que el "contraste de puntos de vista ha de hacerse compatible con la cortesía parlamentaria que proclaman".

Aseguró que tendrá "la mejor disposición" para el entendimiento y apeló al "respeto mutuo", algo que es "perfectamente compatible con la defensa firme de la democracia, las convicciones y con el debate democrático".