OS MARGINADOS DE SANTIAGO CELEBRAN EL FIN DEL XACOBEO 93 Y PIDEN UN 94 MAS SOLIDARIO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Al amparo formal del Colectivo de Pobres y Marginados de Santiago, los desheredados de Compostela celebran estos días, con menús frugales y a veces imaginarios, la conclusión del Xacobeo 93, que sólo les reportó persecuciones de las autoridades, según aseguran.
Por ello, piden un año 94 más solidario, en el que encuentren alternativas de trabajo, manutención y alojamieto o, al menos, que no sean perseguidos por deteriorar la buena imagen del casco antiguo.
El 93 fue el año de Galicia, en el que con unas inversiones de 19.000 millones, según la Xunta, se recaudaron 300.000, sobre todo en la hostelería y el comercio. En cambio, los que nada tenían acabaron perdiendo.
Mendigos de puerta de iglesia o de calle, más de medio centenar, según el Colectivo de Pobres y Marginados de Santiago, sufrieron la orden de las autoridades locales de "limpiar" el casco viejo y, sbre todo, el entorno de la catedral de personas que pudieran molestar al turista.
Marginados compostelanos no pudieron vender objetos de artesanía entre la riada humana sin ser perseguidos por la Policía Municipal, que les requisaba material y dinero hasta aburrirles.
Este mes quedará definitavamente legalizado ante Interior el Colectivo de Pobres y Marginados de Santiago, con Francisco Pouso como secretario y Juanjo Rodríguez como presidente.
Ambos tratan de gestionar estos días, buscando e respaldo de Cáritas, la cesión por el Ayuntamiento de un pequeño terreno en el que puedan instalarse barracones prefabricados para acoger a un centenar de pobres y marginados (entre ellos ex drogadictos y enfermos de sida en fase terminal) que duermen habitualmente en casas abandonadas o en los portales de las viviendas.
Esto se debe a que el único albergue de Santiago, el de los franciscanos, sólo dispone de 25 plazas, por lo que sólo permite a cada necesitado dormir bajo su techo una semana al mes.Durante el verano del 93, por la afluencia de necesitados de otros lugares (a los que han vuelto ahora huyendo del mal tiempo), la semana fue reducida a sólo tres días bajo techo.
Rodríguez y Pouso piensan, para solucionar el problema de alojamiento, en barracones como los que la Universidad de Santiago tiene en Burgo de las Naciones, con apartamentos por los que los estudiantes pagan 3.000 pesetas al mes, renta que "cualquier mendigo podría abonar, porque son veinte duros al día, y nadie duerme por gsto al aire libre", según el presidente del colectivo.
Francisco Pouso denunció que los gobiernos, sean autonómicos, central o locales, hablan mucho de la crisis pero recortan en todo menos en fastos. Santiago, este año, "fue un circo continuo", afirmó a Servimedia.
Pouso es un estudiante de Filosofía que se considera pobre moderno, sin trabajo y sin recursos. Juanjo Rodríguez pasó seis años en la cárcel por un robo juvenil. Ahora, con 28 años, agota el subsidio que le pagan a los presos excarceldos y busca soluciones para salvar a otros marginados salvándose a sí mismo.
Rodríguez y Pouso estudian la creación de alguna cooperativa (un bar, por ejemplo) para buscar alternativas laborales a los desheredados, con el deseo de que encuentren en el 94, cuando regresan de las zonas templadas del sur, un Santiago más solidario y humano que el del 93.
Pouso y Rodríguez son directores y presentadores de un programa, "Vivir al día", para marginados y pobres en Radio Calimero, emisora del Burgo de ls Naciones (residencia popular de estudiantes universitarios). Desde ahí lanzan su voz de alarma por la situación de los desheredados, que exponen también sus quejas en directo.
(SERVIMEDIA)
06 Ene 1994
V