Entre los acusados que sí han estado presentes en el primer día del juicio que celebra la Audiencia Nacional está el presunto etarra Gorka Lupiáñez, detenido en diciembre pasado como miembro del "comando Vizcaya".

El fiscal Vicente González Mota pide para cada uno de los procesados cinco años de prisión, al considerarles autores de un delito de daños y otro de desórdenes públicos.

Además, el fiscal solicita que los acusados abonen más de 220.000 euros en indemnizaciones a las personas cuyas propiedades se vieron afectadas por las acciones de violencia callejera que llevaron a cabo.

Según el Ministerio Público, los acusados, en compañía de otras personas que no han podido ser identificadas, participaron en la noche del 16 de septiembre en una serie de actos de "kale borroka" para apoyar la actividad desarrollada por ETA.

Ocultando sus rostros y utilizando guantes de látex, relata el escrito del fiscal, los violentos procedieron a cruzar contenedores en la vía pública y lanzar cócteles molotov y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad.

Sus acciones provocaron daños en ocho sucursales bancarias, tres viviendas particulares y una joyería, todas ellas ubicadas en Galdácano, por un valor total de más de 300.000 euros.

Esta será la cuarta vez que la Audiencia Nacional juzga a Lupiáñez, después de que entre junio de 2004 y junio de 2005 fuera absuelto en tres ocasiones de los delitos de colaboración con banda armada y daños terroristas en Galdácano y Durango (Vizcaya).