"Estas lentes no correctoras, diseñadas únicamente para modificar la apariencia de los ojos, como parte integrante de un disfraz, resultan fácilmente asequibles, en especial a través de Internet, en bazares, centros de belleza y otros establecimientos no autorizados en donde no existe ningún tipo de control y seguridad", denuncia el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas en un comunicado.

Estas lentillas, que se venden mucho en Estados Unidos por la fiesta de Halloween, cambian el color del iris del ojo. Hay muchos modelos, las que tintan la pupila de color negro, o las que lo tiñen de color rojo, o de verde y que se combinan con el disfraz elegido.

Según Juan Carlos Martínez Moral, decano del Colegio Nacional de Ópticos- Optometristas, "las lentes de contacto cosméticas deben cumplir los mismos requisitos y parámetros que las lentes correctoras, por lo que obligatoriamente deben ser adaptadas por un profesional óptico-optometrista y en un establecimiento de óptica".

"Sólo un óptico-optometrista puede evaluar si un paciente es apto para la utilización de lentes de contacto, adaptar las lentes de manera correcta y determinar si el paciente puede llevarlas sin problemas", añadió.

Martínez Moral aseguró que, aunque las lentillas de Halloween "se lleven durante periodos cortos de tiempo, deben seguirse las mismas recomendaciones con las lentes de contacto cosméticas que con las lentes de contacto correctoras".

"Por esta razón, es importante que los pacientes que utilicen estas lentes se familiaricen con la información que sólo un óptico-optometrista puede proporcionar, con la finalidad de reducir el riesgo de infección", concluyó.