De hecho, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha enviado toneladas de material humanitario y equipos de expertos de manera urgente para apoyar los esfuerzos humanitarios en las regiones del sureste de Afganistán.

El material enviado comprende suministros para la construcción de refugios y artículos domésticos, incluidas 600 tiendas de campaña, 4.200 mantas, 1.200 bidones, 1.200 cubos, 1.200 lonas plásticas, 600 juegos de utensilios de cocina y 1.200 lámparas solares.

Estos materiales de primera necesidad partieron el jueves desde los almacenes de Acnur en Kabul a bordo de nueve camiones. Permitirán ayudar a unos 4.200 supervivientes en los distritos de Giyan, Bermal, Zerok y Nika en la provincia de Paktika y en el distrito de Spera, en la provincia de Khost, donde se han registrado centenares de víctimas y miles de hogares destruidos o dañados.

Según Unicef, hasta anoche se había reportado la muerte de al menos 1.036 personas, y se sabe que más de 1.643 han resultado heridas. Al menos 121 de los muertos son niños y niñas y 67 de los heridos, también. El número total de personas fallecidas o heridas aún no está confirmado, pero lo esperado es que las cifras aumenten a medida que sigan las operaciones de búsqueda y rescate. Según las informaciones, el distrito de Bermal, en la provincia de Paktika, tiene el mayor número de víctimas.

La devastación se vio agravada por el hecho de que la gente estaba durmiendo en sus casas de adobe en una de las regiones más remotas de Afganistán.

La provincia de Paktika fue la más gravemente afectada, con 500 muertos en el distrito de Bermal y 238 en el de Giyan, según han notificado las autoridades interinas de Afganistán hasta el momento. En el distrito de Spera, en la provincia de Khost, se notificaron 29 muertos. Además, al menos 1.455 personas han resultado heridas, muchas de ellas de gravedad, en tres de los seis distritos más afectados: Bermal (1.000), Giyan (393) y Spera (62).

RESPUESTA INTEGRAL

La respuesta de emergencia de la ONU cubrirá las necesidades de salud, agua y saneamiento, protección infantil, nutrición, educación y movilización social para los afectados, e incluirá ayuda en efectivo.

Con este objetivo, Unicef llevará a cabo una evaluación rápida del mercado en las áreas afectadas en los próximos días, a fin de determinar la viabilidad y la adecuación del efectivo como respuesta para apoyar una recuperación temprana. Unicef ya ha capacitado a sus aliados para el registro de beneficiarios en el terreno.

En cuanto a agua, saneamiento e higiene, la respuesta incluye proporcionar productos para tratar el agua y jabón, a fin de mitigar el riesgo de un brote de diarrea acuosa aguda y cólera. Unicef también proporcionará letrinas de emergencia, reparará los sistemas de agua dañados y llevará camiones de agua.

En cuanto a protección infantil, Unicef está activando redes comunitarias en las áreas afectadas y aumentará el número de proveedores de servicios de protección infantil y trabajadores sociales.