Aunque la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de los niños marcó una décad desde su comienzo, todavía hay millones de niños a los que se les priva de su infancia incluso en países que han firmado el tratado.

Las cifras son escalofriantes, alrededor de 250 millones de niños de 5 a 14 años trabajan, 100 millones no tienen casa y viven en las calles, 10 millones son vendidos como esclavos por todo el mundo y 300.000 menores combaten en ejércitos tanto regulares como irregulares.

"En todo el mundo hay niños esclavos que producen ladrillos, carbón, joyas, fuegos artificiale. Se les trata como mercancias para trabajar en minas, mendigar, vender, trabajar la tierra y en la prostitución", explicó Kevin Bales, profesor del Instituto Roehampton de Londres, en la conferencia organizada por el Centro de Nicosia (Chipre) para el Diálogo Mundial.

Según Bales, la tendencia llamada "la nueva esclavitud" ha sido alimentada por la "codicia de los países desarrollados que vulneran a los más pobres llevándoles hacia la esclavitud", afirmó Bales.

"Los niños ya no son víctimas accientales en los conflictos armados. La guerra se ensaña en ellos intencionadamente. Los matan porque representan el futuro de la comunidad étnica enemiga", aseguró Nigel Fisher, miembro de las Naciones Unidas del Centro canadiense para el Desarrollo de la Política Exterior, en Ottawa.

Briton Bruce Harris, director de Caza Alianza, una agencia independiente para la protección infantil, afirmó que hay 40 millones de niños que viven en las calles en Latinoamérica. "Los niños de la calle son un problema poítico que podría resolverse si se quisiera. Estos menores tienen que valerse por sí mismos y a menudo son víctimas indefensas de la explotación, tortura y asesinatos", declaró Harris, quien recientemente ha ganado un premio internacional por su trabajo.

"Los niños que sobreviven se dedican a la mendicidad, las niñas a la prostitución y, por ejemplo en Guatemala, se trafica con los bebés, muchas veces robados o vendidos por sus madres. Es un negocio que mueve 25 millones de dólares (más de 3.000 millons de pesetas) al año, explicó Harris.