En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, Olona defendió que sobre Vox “planean sombras muy graves de corrupción” y volvió a señalar a su antiguo partido por “una desviación de dinero público de 11 millones de euros” de los que siete habrían ido a parar a la fundación Disenso y otros cuatro a la “sociedad mercantil Tizona” cuyo “único o principal cliente” es Vox.

Preguntada sobre por qué no ha denunciado este caso ante la justicia, la exdirigente de Vox afirmó que su cargo como abogada del Estado le permite saber cuándo hay que hablar ante la justicia y cuando hacerlo como una “española con conocimiento cualificado en la lucha contra la corrupción”. En este sentido, explicó que lo que hay son "una serie de evidencias que apestan a corrupción" y animó a Vox a que se justifique.

“Lo que es necesario es que se dé cumplida justificación de todas estas preguntas que se están planteando y a partir de ahí es cuando se podrá determinar si hay motivos para ir a la Justicia o de lo que hablamos es de una inmoralidad”, agregó Olona.

En cuanto a la posibilidad de que Vox escoja la vía judicial para defenderse, explicó que solo caben dos opciones: que acuda a los tribunales si ella miente, o que “saquen los papeles”, aunque espetó que, por el momento, solo ha habido “absoluto silencio” por parte de los de Abascal.

"CADÁVER POLÍTICO"

Sobre su libro, 'Soy Macarena', presentado esta semana, comentó que es una “disección” de su “cadáver político”, que es “inseparable del cadáver político que hoy representa Vox”, que se ha convertido en una “estafa” cuando ha sido un proyecto por el que “hemos dado todo”. A su juicio, lo que está pasando en Vox es “un asalto del poder” y una “toma absoluta de control” por parte de la parte “ultra” del partido.

Esta parte, aseguró, siempre estuvo “presente”, pero en un primer momento eran “minoría” y “poco a poco” fue “tomando” el control hasta tener “el control total”. Según Olona, han hecho de Vox un “auténtico negocio”, una “S.A”, el “chiringuitazo de Abascal y de Intereconomía”.

El libro, explicó, rinde un “sentido y auténtico homenaje” a los 24 de Vox y luego a los 52 diputados de este partido en el Congreso y que “pone blanco sobre negro” en los “planes del edificio” del partido de Abascal. Ella, aseguró, no es la “enfermedad” de esta formación, sino que es “un síntoma”, quizá “el más evidente”.

Tras su marcha, recordó que dijo que su “mejor aliado” sería el tiempo y que acabaría “dándole la razón”, cosa que “ha ocurrido” con la salida del exportavoz de Vox en el Congreso Iván Espinosa de los Monteros, el exdiputado Víctor Sánchez del Real y “otros cuantos de cargos municipales y autonómicos”.

Además, aclaró que este libro, que es “muy especial” para ella, no son unas “memorias”, no una “autobiografía”, sino un “cuaderno de viajes” que relata cómo ha llegado hasta el momento actual y sirve para dar a conocer “a la persona que está detrás del personaje”. Además, señaló que con este libro está “en el tiempo de la verdad”.