Ribó explicó en rueda de prensa que la comisión permanente de su formación aprobó ayer un informe en el quese constata que la situación actual "es la mejor para un cambio", que nadie imaginaba que pudiera producirse hace unos meses, después de que Pujol haya especulado sobre el avance de los comicios autonómicos, cuando hace sólo un año y cuatro meses que se celebraron los últimos.

A su juicio, la especulación de Pujol significa "inseguridad y temor a lo que pueda decir la ciudadanía en las urnas", refiriéndose tanto a la fuerza con que se pueda configurar la alternativa de izquierdas como el hecho de que es cada vez más evidente la relación entre los intereses socio-polítivos de CiU y el PP" y la crisis entre CDC y UDC.

Ribó no quiso comentar hasta qué punto puede condicionar el proyecto de las fuerzas catalanas de izquierdas el hecho de que el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, decida presentarse como candidato del PSC, ya que es el líder con más garantías para liderarlo.

El presidente de IC añadió sobre esta cuestión que "no estamos en una ocasión de basar las Cataluñas posibles en dos peronas", sino en trabajar para que triunfe "un gran proyecto pluralista de proyectos", porque "la ciudadanía opta en primer lugar por los proyectos" a la hora de votar.

Rafael Ribó señaló que su formación se fijó hasta finales de junio o principios de julio para seguir perfilando la alternativa a Pujol con las fuerzas catalanas de izquierdas, aunque no habló de calendarios ni de encuentros concretos.

El presidente de IC también advirtió a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que buscando un pact con CiU "no se conseguirá desarrollar una política progresiva", después de que el secretario general del primer partido, Josep Lluís Carod-Rovira, propusiera un pacto entre ERC, CiU y PSC, con la puerta abierta a IC si quería unirse.