Para la OCU, debido a esta normativa "confusa e incompleta", las compañías suministradoras han llevado a cabo estimaciones de facturación en algunos casos claramente favorables para sus intereses y en perjuicio de los consumidores, lo que ha generado un número importante de consultas y reclamaciones y gran desconcierto entre los clientes.

La OCU denuncia que las compañías que han estimado a la baja el consumo mensual "se aprovechen de que en los periodos de subida de tarifas (que pueden llegar a ser de cuatro meses al año) facturen con precios mayores de los que, en realidad, correspondía, obteniendo con ello un beneficio extraordinario".

Esta medida, propuesta por el Ministro Miguel Sebastián para que el consumidor tuviera una referencia mensual clara de su gasto en electricidad, se ha vuelto en su contra puesto que, a partir de ahora, ninguna factura recibida reflejará un consumo real: seis meses serán facturas estimadas y otros seis meses serán facturas que, pese a ser reales, tampoco reflejarán un consumo exacto, puesto que tendrán que ajustar lo estimado el mes anterior".

Además, la OCU ha recordado al Ministerio la inoportunidad de la medida, sobre todo teniendo en cuenta el retraso en la implantación de los contadores con telegestión, que permitirían esta lectura mensual y, de paso, una mayor fiabilidad y seguridad de la medida de los consumos en todos los hogares.

Por último, la OCU recuerda a todos los consumidores que, de acuerdo con la normativa vigente, las compañías eléctricas sólo pueden incluir estimaciones de consumo con la autorización del cliente, por lo que recomienda a los usuarios que no autoricen a su compañía suministradora la estimación de consumos cuando no haya lectura de contador.