Así lo recomendó en un comunicado en el que, entre los principales “problemas” a los que pueden enfrentarse los veraneantes, citó apartamentos “sucios”, habitaciones de hotel “más pequeñas que lo que se anunciaba en la web”, suplementos “inesperados” y alojamientos que, “en realidad, no existen”.

Con el objetivo de “tratar de prevenir” este tipo de contratiempos, la asociación instó a recurrir a plataformas o agencias de viajes con “buenas” referencias, al igual que en el caso de los hoteles o apartamentos que ofrezcan en su página web.

En paralelo, emplazó a “priorizar” los alojamientos que ofrezcan cancelación gratuita, por “si fuera necesario anular o cambiar las fechas posteriormente”, así como a revisar las condiciones de contratación que hagan referencia a posibles suplementos y horarios de entrada y de salida, entre otros aspectos.

Junto a ello, llamó a utilizar pasarelas de pago seguras, “idealmente” a través de la plataforma de contratación, además de a guardar los folletos publicitarios o los pantallazos de la web, recordando que la publicidad "se vincula al contrato y los servicios deben corresponderse con ella”.

HOTEL Y PLAYA

Por otra parte, señaló que, según una de sus encuestas más recientes, el hotel y el apartamento de alquiler son las alternativas “preferidas” por los veraneantes, con un 33% y un 20% respectivamente, seguidos del camping, con el 6%.

En cuanto al destino, la playa continúa siendo la opción “más habitual” de entre las elegidas por los españoles (38%), mientras que un 8% irá al extranjero y un 7%, a la montaña.

El pueblo será la “primera alternativa” para uno de cada diez veraneantes y, según OCU, ellos serán, precisamente, quienes menos gasten estas vacaciones, teniendo en cuenta que un 27% gastará lo mismo que si estuviera en su domicilio habitual. Por el contrario, los que más dinero destinarán a sus vacaciones serán quienes viajen al extranjero, dado que el 64% gastará más de 2.000 euros.

PARA RECLAMAR

OCU subrayó que, a la hora de reclamar, “conviene hacerlo cuanto antes, siempre por escrito”, aunque puntualizó que, “siempre que sea posible, es preferible llegar a un acuerdo amistoso”.

Además, indicó que el usuario afectado también puede acudir a la vía judicial sin necesidad de recurrir a abogado ni procurador cuando la cantidad exigida sea inferior a 2.000 euros.

En este sentido, hizo hincapié en que este es un “aspecto a tener en cuenta” si el alojamiento se contrató con un particular, dado que, en ese caso, no es posible reclamar ante los organismos de consumo.