Los hechos ocurrieron sobre las 8,30 de la tarde en la plaza Pablo Gorosabel de Tolosa, poco después de celebrarse en esta localidad una concentración de varias decenas de personas convocadas por Herri Batasuna.

Ocho jóvenes encapucados apedrearon un autobús de la línea San Sebastián-Tolosa y tras obligar a su conductor y a los viajeros a descender del vehículo rociaron su interior con líquido inflamable, al que prendieron fuego.

El comité de empresa de la Compañía de Tranvías de San Sebastián expresó mediante un comunicado su "más enérgica condena" por las agresiones sufridas por vehículos y transportes.

Los miembros del comité aseguran estar "hartos de que estos grupo de descerebrados y fascistas nos ataquen con piedras, irachinas y cócteles molotov, que amenacen e intimiden a conductores que están en su puesto de trabajo, sin otro interés que hacer lo mejor posible su tarea".

En lo que va de año 12 autobuses de esta compañía han sido atacados por grupos violentos, tres de los cuales quedaron totalmente calcinados. Las pérdidas por estos daños ascienden a un total de unos 40 millones de pesetas, según la propia compañía.