Según los obispos, "esta huelga es una acción reivindicativa del máximo alcance que puede tener serias y graves epercusiones en la vida nacional".

Los dirigentes eclesiásticos del Sur afirman que "ante esta huelga general cada persona y grupo social debe situarse conforme a su propia conciencia". Por ello aconsejan que "se juzguen las motivaciones de la huelga, valorar posibles logros o fracasos y asumir serenamente las consecuentes responsabilidades".

El portavoz de los obispos del Sur, Monseñor Santiago García, manifestó que "la decisión de secundar o no la huelga ha de ser ponderada, desapasionada y motvada por la voluntad del bien común".

Monseñor Santiago García, obispo de Jaén, señaló que "la Iglesia pide que en esta jornada de huelga brille el respeto y no se fuerce a nadie a participar ni tampoco a ausentarse del trabajo".