Algunos prelados, como el arzobispo de Tarragona, Ramón Torrella, han llegado incluso a apoyar la convocatoria de huelga. Ramón Torrella ha declarado que "si fuera trabajador iría a la huelga, pero no soy trabajador asalariado".

Curiosamente, el arzobispo de Tarragona cree que la movilización del día 27 no arreglará nada, si bien isiste en que los sindicatos "tienen el derecho y el deber de atender las reivindicaciones de los trabajadores".

También el Consejo Pastoral Diocesano de Canarias ha incidido sobre las causas que motivan la huelga y ha asegurado que la reforma del mercado laboral es un paso atrás.

NO A LA REFORMA DEL MERCADO LABORAL

Para el Obispado de Canarias, la reforma del Estatuto de los Trabajadores supone "una vuelta atrás a las conquistas sociales conseguidas por los partidos políticos, sindicatos y divesos sectores de la sociedad en años anteriores".

Otros, como el arzobispo de Valladolid, monseñor Delicado Baeza, han recordado que la huelga es un derecho constitucional, pero matizando que los obispos en Castilla y León "no pueden apoyarla".

Aún así, monseñor Delicado Baeza ha reconocido la grave situación económica del país, por lo que ha pedido a todas las partes afectadas que busquen "caminos de diálogo para corregir las desigualdades".

También los obispos andaluces se han pronunciado e relación a la jornada de protesta del día 27, aunque para pedir a todos los católicos que mediten de forma "ponderada, desapasionada y motivada por el bien común" su decisión de apoyar el paro.

GRAVE SITUACION ECONOMICA

La propia Conferencia Episcopal ha justificado la convocatoria de huelga indicando que es un "síntoma de la grave situación socioeconómica" que vive España.

El Episcopado señala que no se siente en condiciones de pronunciarse sobre la conveniencia o no de la huelga general ni sbre su eficacia, pero matiza que esta medida deber ser considerada como último recurso.

Sin embargo, la justifica de alguna medida, al indicar que lamenta el fracaso de la vía de la concertación, especialmente porque "los más perjudicados son los pobres y los más débiles".

Por su parte, los sacerdotes de parroquia consultados por Servimedia se han mostrado confusos ante la convocatoria, siempre apoyando la postura oficial expresada por la Conferencia Episcopal. En cualquier caso, la Iglesia ha relizado un llamamiento a todos los ciudadanos para que la jornada de paro se realice de forma pacífica.