CEUTA-MELILLA

LOS OBISPOS CREEN NECESARIOS MÉTODOS "LEGÍTIMOS Y PROPORCIONADOS" PARA FRENAR LA INMIGRACIÓN CLANDESTINA

MADRID
SERVIMEDIA

La Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española consideró hoy necesario métodos "legítimos y proporcionados" para impedir que los inmigrantes salten las vallas de la frontera de Ceuta y Melilla.

Los prelados de esta comisión difundieron una nota en la que afirman que "consideramos que la vida de toda persona, independientemente de su condición social o de su estatuto legal, es sagrada y nada puede justificar la muerte de quienes intentan pasar una frontera".

Destacan que "la muerte de varios inmigrantes subsaharianos en su intento de entrar en la ciudad de Ceuta supuso un significativo agravamiento en la ya de por sí dramática situación de miles de inmigrantes africanos que venían intentando desde hace tiempo saltar las vallas que marcan las fronteras entre las ciudades españolas de Ceuta y Melilla y el territorio de Marruecos".

"Se suman a estas muertes al trágico balance de muertos en los naufragios de pateras en el Estrecho o en la travesía hacia las islas Canarias. Varios muertos y numerosos desaparecidos en estos días, cerca de Fuerteventura. Más muertos en los últimos días en territorio de Marruecos", añade la Comisión Episcopal de Migraciones.

Tras expresar su solidaridad a las familias de las víctimas, los prelados destacan que "solamente con impedir, aunque fuera siempre con medios legítimos, que los inmigrantes traspasen nuestras fronteras o con devolverlos, si lo consiguen, no se solucionan los problemas de los inmigrantes".

En este sentido, la Comisión Episcopal de Migraciones exige una mayor cooperación entre los diversos países y una alta generosidad por parte de los países ricos y desarrollados. "Las Naciones Unidas y sus organismos, así como la Unión Europea tienen en ello un importante papel. También España y Marruecos, en el caso que nos ocupa", afirman los obispos.

A su juicio, "mientras no se acometa la solución de estos problemas en su raíz, seguirá habiendo movimientos migratorios, unas veces regulados, otras espontáneos y otras a la desesperada, como en los últimos intentos, con trágicos resultados".

"Manteniendo firme el doble principio básico en la doctrina social de la Iglesia del derecho a emigrar y a no tener que emigrar, comprendemos que los movimientos migratorios han de someterse a una justa regulación, que garantice el respeto a la vida, a la dignidad y a los derechos fundamentales de todas las personas", concluye la cita comisión.

(SERVIMEDIA)
11 Oct 2005
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