La microbiota o flora intestinal es un conjunto de bacterias y microorganismos que habitan en el interior del cuerpo y que producen un beneficio para la salud. La mayoría habita en el intestino, explicó la nutricionista a Servimedia.

Para reducir el riesgo de esa alteración, la autora de ‘¿Por qué me duele la tripa?’ (Planeta), que acaba de salir al mercado, recomendó la ingesta de alimentos funcionales, como los lácteos, frutas y verduras, que contienen bacterias probióticas que mejoran la salud y reducen el riesgo de contraer enfermedades.

La nutricionista explicó que en enfermedades como la esclerosis múltiple o el párkinson se observa que existe una alteración clara de la microbiota, “aunque no se sabe si primero fue la alteración en la microbiota o la enfermedad. Lo que sí está claro es que en esas patologías es evidente la relación”. Además explicó que le consta que se están haciendo investigaciones sobre la posible relación de la covid-19 con el estado de la microbiota.

También remarcó la experta que se puede reponer la microbiota con cepas específicas de probióticos y prebióticos, pero que es muy importante que nosotros veamos qué comemos, cómo lo comemos y, sobre todo, que no haya ningún déficit”.

Por ello, en su último libro, ‘¿Por qué me duele la tripa?’, incide en la relación entre alimentación y salud y apuesta por definir pautas concretas y recetas que ayuden a mejorar la salud ante determinadas enfermedades e incluso a prevenirlas.

Quintas subrayó que la alimentación influye en la salud, en general, y por lo tanto también en la mental y en los estados de ánimo. Como ejemplo señaló que el 80% de la serotonina (el neurotransmisor de la felicidad, del placer) se secreta en el intestino, por lo cual las alteraciones en la microbiota afectan a la serotonina.

El libro ofrece recetas clasificadas por patologías, señaladas por un pequeño símbolo en el que indica para qué tipo de enfermedades, intolerancias o déficits. “La mayoría de los antidepresivos son recaptadores de serotonina, es decir, nosotros tenemos un déficit de eso y lo que hacemos es poner un antidepresivo para suplir ese déficit”. Por ello, la nutricionista incidió en la necesidad de analizar la relación entre la depresión y la estabilidad de la microbiota, porque posiblemente el origen esté en el intestino.