La nueva moda de los fines de semana de miles de jóvenes comienza los viernes por la noche, y van de discoteca en discoteca bailando sin parar una música machacona y trepidante, el bakalao, como aparece en la revista de la DGT de este mes, "Tráfico".

Estos miles de jóvenes que no duermen en todo el fin de semana, no paran de tomar drogas y que junto con el bakalao, crea una especie de hábio, cada vez más numeroso entre la juventud, que en el hastío, se despreocupan por sus vidas arriesgándose en las carreteras.

Así, comienzan a visitar todas las macrodiscotecas de la, ya conocida por todos, "ruta del bakalao". Los cicuitos de moda se encuentran a las afueras de Madrid y Valencia por lo que la Nacional II y la carretera de Valencia (N-III) en los últimos meses, han cobrado muchas víctimas por accidentes que han llevado a la DGT a tomar medidas preventivas.

En numerosas ocasiones lo aparcamientos de las discotecas son los lugares donde los coches, con bakalao a volumen estrepitante, son el foco de compra-venta de estupefacientes.

LA "MOVIDA" CONTINUA EN LOS COCHES

Los "bakaleros", una vez finalizada la ruta, deciden continuar la "marcha" en las discotecas del centro de la capital, o irse hasta Valencia, cuna y bandera del bakalao, ya que esta "movida" de moda comenzó la pasada década en las costas de Valencia e Ibiza.

Los viajes en coche son un grave peligro para estos jóenes que llevan sufriendo los efectos las drogas varios días, cuenta la revista. La Guardia Civil de Tráfico, a instancias de la DGT, incrementa su vigilancia de este nuevo fenómeno para evitar los accidentes.

Las grandes discotecas de Valencia se sitúan en los alrededores de las carreteras d El Saler y El Perelló. Las largas distancias que separan estos locales -en ocasiones cien kilómetros en una noche- hace que el riesgo sea muy elevado.

AGUANTAR A COSTA DE DROGARSE

Aunque Tráfico ha aumentad los controles de alcoholemia, los jóvenes ahora no consumen alcohol. La Fundación Antidroga asegura que la manera de resistir tantas horas en vela es debido a la consumición de gran cantidad de estupefacientes.

Las pastillas más consumidas son los "speed", el "éxtasis" y el "poper". Los efectos que producen suelen provocar sueños, alucinaciones y exceso de activación.

Tienen una gran composición de anfetaminas que el individuo que las consume pierde el control sobre el vehículo incluso a pequeña velocidades. El sueño que ocasiona puede sobrevenir de forma tan brusca que ni siquiera da tiempo a echarse al arcén o a la acera para detener el vehículo.

El consumo de estas tres sustancias provoca también una aparente seguridad en el control del coche totalmente ficticia. Las distancias y los tiempos de reacción son difíciles de estimar por el conductor que en ocasiones son demasiado lentas y en otras, muy bruscas.

Las principales macrodiscotecas de Valencia constituyeron en febrero del pasad año, una asociación que colabora con la Jefatura Provincial de Tráfico de la capital levantina en la prevención de accidentes de circulación entre sus jóvenes clientes.

En los locales han instalado alcoholímetros, un servicio gratuito de depósito de cascos en sus guardaropas, carteles prohibiendo el consumo de drogas en el interior, reparto de octavillas en los aparcamientos de las dicotecas para evitar su consumo, y recortes en las puertas de los servicios para evitar que en ellos entre más de una prsona a la vez, entre otras medidas.