Asimismo, según un informe elaborado por Nuevas Generaciones sobre el desarrollo de la Ley del Servicio Militar, en el que critica los incumplimientos en los que ha incurrido el Gobierno, señala las posibles irregularidades y discriminaciones producidas durante el proceso informático de asignación de destinos.

Ignacio Cosidó, secretario de Acción Política de Nuevas Generacions y responsable de dicho informe, destacó la imposibilidad de que todos los jóvenes puedan acceder a los puestos deseados.

Asimismo, mostró su total desacuerdo con el hecho de que aquellos jóvenes con mayor nivel educativo, social y profesional accedan a las mejores plazas, mientras que los destinos que nadie quiere, queden reservados a los menos favorecidos o dotados, lo que, en su opinión, demuestra que la propia filosofía de la "mili a la carta" es muy discutible.

A su juicio, el Gobierno tiee una total falta de voluntad política para aplicar la Ley del Servicio Militar que, en su opinión, es de todas formas insuficiente para solucionar los graves problemas que tiene planteado la "mili".

Entre los incumplimentos del ejecutivo de algunos preceptos de dicha ley, cita la derogación de la compensación económica prevista para los soldados de reemplazo para que pudieran hacer frente a sus gastos personales.

Señaló que, sin embargo, la cuantía de la remuneración de los soldados forzosos peranece en torno a las mil pesetas mensuales, constituyendo esta situación, a juicio de Cosidó, "un impuesto añadido que han de abonar las familias obligadas a enviar cantidades de dinero para que sus hijos puedan subsistir durante su servicio militar".

"Es un impuesto injusto porque no lo pagan todos y porque es mucho más gravoso para las familias con menores posibilidades económicas", agregó.

El informe de Nuevas Generaciones también hace referencia a lo que califica como "desastrosos" efectos dela aplicación de la nueva ley en la operatividad de las Fuerzas Armadas, ya que afirma que se ha reducido el número de soldados profesionales, en vez de incrementarse para llegar al compromiso del Gobierno de compensar la reducción del tiempo de "mili" a nueve meses, por un incremento sustancial del contingente profesional.

Respecto a la objeción de conciencia, el estudio destaca el constante incremento del número de objetores, que este año puede sobrepasar los 150.000, según Nuevas Generaciones, "hacendo evidente que el servicio militar no funciona".

Afirma que el aumento de solicitudes de objeción no se debe a la carencia de valores de la juventud española, sino a la incapacidad del Gobierno socialista para presentar un servicio militar digno.

"La incapacidad de la Administración socialista para ofrecer a ese creciente número de objetores la posibilidad de hacer la Prestación Social Sustitutoria incita a muchos jóvenes a solicitar la objeción", añadió Cosidó.

El informe es mucho más duo respecto a la insumisión, ya que asegura que no tiene mucho sentido en una sociedad democrática como la española.

"Se puede considerar que las leyes del servicio militar y de la objeción de conciencia sean malas o injustas, pero es un principio del estado de derecho el que las leyes se cumplan", concluyó el secretario de Acción Política de Nuevas Generaciones.