Los agricultores consideran que las ayudas son imprescindibles para paliar la pérdida de renta de las familias ante la persistente caída de los precios. El kilo de patata se paga a los agricultores a siete pesetas kilo.

Los manifestantes, que culpan a las importaciones de la caída de precios, se concentraron ante la Delegación de la Consejería de Agricultura en Orense, para haer entrega de un documento con sus reivindicaciones, entre las que destacan la exigencia de "contratos homologados y ayudas inmediatas a las rentas de los agricultores". En el transcurso de la concentración, los productores repartieron gratuitamente patatas entre los curiosos.

El secretario comarcal del Sindicato Labrego Galego, Xosé Manuel Puga, restó credibilidad a lo afirmado por el consejero de Agricultura, Tomás Pérez Vidal, en el sentido de que la Xunta no puede otorgar ayudas porque lo prohibe a normativa europea de libre competencia. Xosé Manuel Puga recordó al respecto que "en Europa existen sistemas reguladores para los cereales, que fijan ayudas económicas por kilo de producción para compensar la pérdida de rentas".

Después de exigir medidas similares para los agricultores orensanos, el repesentante sindical responsabilizó "de los disturbios sociales que pueda haber en el futuro en la comarca, al consejero Pérez Vidal y al presidente gallego Manuel Fraga, que se niegan en rotundo a soluionar el conflicto"