Estas 6.000 toneladas de residuos "constituyen un residuo permanente que finalmente era quemado por los agricultores", afirmó Tapia durante la visita a esta fábrica, actualmente en construcción y que será una de las más importantes de España.

Además, el plástico degradado de los invernadero de l zona supone otras 6.000 toneladas, que son enviadas a instalaciones situadas en el Levante español.

Según Tapia, con la nueva planta, que estará terminada el próximo mes de octubre, el problema se soluciona prácticamente al cien por cien, ya que tendrá una capacidad de reciclaje superior a las 6.000 toneladas. El presupuesto inicial es de 550 millones de pesetas, sufragados en un 20 por ciento por la CE.

El director general de Calidad Ambiental se interesó también por la fábrica de compostaje, qe contribuirá a resolver los problemas ambientales que ocasionan las 350.000 toneladas anuales de residuos vegetales de las cosechas agrícolas almerienses.

Tapia visitó una planta piloto de compostaje, con capacidad para 25.000 toneladas y de la que se obtiene un producto similar al estiércol. De esta forma, el residuo volverá al invernadero en forma de abono orgánico.

La agricultura intensiva almeriense se extiende a lo largo de 15.000 hectáreas, que generan todos los años 17.000 toneladas de plstico y 350.000 de desechos de hortalizas.