La bancada de la derecha manifestó su enfado ante las palabras pronunciadas por Montero y el Pleno estuvo suspendido durante varios minutos porque las protestas no cesaban.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, pidió "contención en el lenguaje" y abogó por "contribuir a la convivencia en esta Cámara para que esta convivencia también se dé fuera. Les pido en términos generales que eviten un lenguaje inadecuado para el Parlamento". Además, tuvo que llamar la atención a varios diputados del PP como a Alberto Casero, muy conocido en el Hemiciclo porque votó a favor de una ley del Gobierno de coalición.

Todo ocurrió cuando Montero respondió a una pregunta formulada por la diputada del PP, Belén Hoyo, que le reprochó a la ministra el sufrimiento de las víctimas que han visto reducidas las penas de sus agresores por la entrada en vigor de la ‘Ley del sólo sí es sí'. Montero respondió poniendo como ejemplo una campaña de la Xunta de Galicia y unas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en las que Montero afeó que se "pone el foco en las mujeres y no en los agresores". La de la Xunta, señaló la ministra, advierte a las mujeres de que "vigilen sus vasos" para que no les echen productos químicos y Ayuso advirtió que "quienes siembran vientos recogen tempestades". A continuación aragumentó que el PP "promueve la cultura de la violación", provocando el consiguiente enfado de los populares.

Su portavoz, Cuca Gamarra, pidió la palabra y calificó lo dicho por Montero de "altamente ofensivo, viniendo de una ministra que tiene la responsabilidad" de medir sus palabras y se dirigió a la presidencia del Congreso para que este juicio de valor constara en acta, así como la desaprobación de las mismas. Además, remarcó que en el PP, "hemos luchado siempre contra la violencia de género" y pidió a Montero "que asuma sus responsabilidades por la ‘Ley del ’solo sí es sí' por respeto a las víctimas de las agresiones sexuales.