Según dicho informe, durante el año pasado la agencia recibió e investigó un total de 52 notificaciones, de las que el 58% no revestían gravedad.

Del total, el 59% correspondieron a productos cosméticos de cuidado personal; el 7%, a productos de cuidado del cabello; y el 6%, a productos relacionados con el cuidado de las uñas.

Los efectos no deseados que “más se repitieron” fueron la dermatitis inespecífica, con el 46% de las notificaciones, la dermatitis alérgica (26%), dermatitis irritativa (12%) y síntomas oculares (8%).

Las 22 notificaciones consideradas graves se produjeron en mayor porcentaje con los productos cosméticos de cuidado personal (en el 29% de los casos).

Las 52 notificaciones recibidas correspondían a un total de 54 productos y, tras realizar una investigación de todos los casos, la Aemps determinó que “ninguno” de estos cosméticos suponía un “riesgo” para la salud de la población general, sino que “en todos los casos” los efectos no deseados se debían a “reacciones particulares relacionadas con la idiosincrasia de cada consumidor”.

Además, tras la evaluación global de los casos, no detectó “ninguna tendencia que indicara un riesgo emergente”, por lo que no consideró necesario adoptar “ninguna medida”.