EL NOROESTE PENINSULAR, UNICA ZONA DE ESPAÑA DONDE HA DESCENDIDO LA TASA DE ACTIVIDAD LABORAL FEMENINA
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El noroeste peninsular es la única zona de España donde la tasa de actividad laboral femenina no sólo no ha aumentado en los últimos 15 años, sino que está en franca regresión, según un estudio de la demógrafa Montserrat Solsona Pairo, de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Este análisis, que forma parte de unapublicación de la Fundación Dolores Ibárruri sobre "Las mujeres en el mercado de trabajo", explica esta tendencia en Galicia, Asturias y León como consecuencia de la pérdida de importancia de la agricultura y la falta de oportunidades para las más jóvenes.
"En la región astur-gallego-leonesa, emigratoria y económicamente en declive, donde la tasa de actividad femenina siempre ha sido elevada por el papel destacado de las mujeres en la agricultura, siguen faltando oportunidades de trabajo para los hombes y, por extensión y en mayor medida, para las mujeres más jóvenes", afirma Solsona.
"De la misma forma", añade la experta, "en las regiones donde el paro ya es un hecho estructural, como en Andalucía, la permeabilidad a los cambios de mentalidad en relación al rol de la mujer en la sociedad es muy reducida y se limita a determinados grupos sociales".
En general, las generaciones nacidas durante la década de los años cincuenta marcan una ruptura con el patrón clásico de la actividad femenina, seún el cual ésta se interrumpía en el momento del matrimonio.
En Madrid, Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Aragón, Navarra y Murcia el porcentaje de mujeres nacidas entre 1955 y 1960 que han trabajado alguna vez en su vida es superior al 90 por ciento, mientras que en el País Vasco y La Rioja no alcanzan dicha cota pero están muy cerca, según Montserrat Solsona.
CAMBIO GENERACIONAL
En cuanto a Andalucía y las dos castillas, "si bien el nivel es muy inferior, el cambio generacional es muyimportante, especialmente en Castilla y León", indica Solsona.
En cuanto al comportamiento nupcial y reproductivo de las mujeres nacidas en la segunda mitad de los cincuenta, éste muestra diferencias territoriales importantes.
Sólo el 20 por ciento de las gallegas, riojanas, andaluzas y canarias permanecían solteras a la edad comprendida entre 25 y 30 años, mientras que las vascas, cántabras, castellano-leonesas y madrileñas se aproximaban al 40 por ciento y las aragonesas llegaban al 42 por cieno.
En cuanto a la natalidad de esta generación, se ha reducido en todo el Estado, aunque aún más en las regiones de la mitad norte peninsular, en las que el índice ya mostraba los niveles más bajos.
En cambio, Andalucía y Canarias son las comunidades más prolíficas, con un 64 por ciento de mujeres casadas y con un hijo al menos (cuando el promedio estatal se sitúa en el 55 por ciento).
En el País Vasco, Aragón, Cantabria y Castilla y León la mayoría de las mujeres casadas tienen hijos, pero n Cataluña, Comunidad Valenciana, La Rioja y Baleares la fecundidad matrimonial es muy baja, de modo que con un 71 por ciento de mujeres casadas, sólo el 51 por ciento tiene descendientes.
(SERVIMEDIA)
21 Feb 1992
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