Así lo precisó su presidenta, Raquel Fernández, en una entrevista concedida a Servimedia en la que defendió la urgencia de que la Unión Europea “legisle para poner fin a la pandemia de tabaquismo”.

Para ello, los impulsores de esta iniciativa ciudadana europea, que cuenta con el paraguas de la Red europea para la prevención del tabaquismo y ha obtenido ya el respaldo de entidades y ciudadanos de Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovenia, Irlanda, Italia, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía o Suecia, reclaman la implementación de seis medidas “en concreto”.

La primera sería “promover” la “primera generación europea libre de tabaco” y de nicotina de aquí a 2030 mediante la “abolición progresiva” de la venta de productos del tabaco y la nicotina a los ciudadanos nacidos a partir de 2010 y siguiendo la “estela” del camino iniciado por Nueva Zelanda.

La segunda medida que proponen es crear una red europea de playas y riberas de ríos “libres de tabaco y de colillas, haciendo que estos espacios sean más sanos y sostenibles desde el punto de vista medioambiental”.

Junto a ello, los ideólogos de la iniciativa aspiran a articular una red europea de parques nacionales libres de tabaco y de colillas, “haciéndolos más sanos y reduciendo la contaminación y el riesgo de incendios” y a ampliar los espacios libres de humo y vapores al aire libre, “especialmente” los frecuentados por menores, incluyendo tabaco y aerosoles de cigarrillos electrónicos.

En paralelo, a través de este “ambicioso” proyecto también abogan por eliminar la publicidad del tabaco y su presencia en las producciones audiovisuales y en los medios sociales, abordando “especialmente” la publicidad encubierta a través de ‘influencers’, y por financiar proyectos de investigación y desarrollo (I+D) sobre las enfermedades “provocadas” por el consumo de tabaco para “mejorar su pronóstico y hacerlas curables”.

En este punto, Fernández aseguró que la propuesta entra “dentro de los objetivos que la propia Europa se ha marcado” en este ámbito y ha sido recibida “con bastante agrado y con buen espíritu” por parte de la Comisión Europea.

PASO A PASO

Pese a que reconoció la necesidad de ir “pasito a pasito”, dijo “entender” que, “si un millón de ciudadanos a nivel europeo le piden a la Comisión Europea que legisle, esta tiene que reaccionar y hacer algo”. Con todo, se mostró “convencida” de que, aunque no consiguieran ese millón de firmas, “lo importante” es que su idea “abre el debate en Europa sobre el control de tabaco”.

“Es la primera vez que a nivel ciudadano se va a hablar durante un año entero de control de tabaco en todos los países de la Unión Europea a la vez”, abundó, para subrayar que la iniciativa se ha lanzado, además, en el año previo a las elecciones europeas, lo cual confió en que “ayude" a que "ciertos" partidos políticos europeos "incluyan el control del tabaco en sus programas” electorales.

Tras denunciar que el tabaco es un producto legal que provoca la muerte de “una de cada dos personas que lo utilizan tal y como dice su fabricante”, hizo hincapié en que la industria que está detrás de él “es muy potente, tiene muchos tentáculos y muchos intereses creados”.

“Lleva décadas mintiendo y buscando todas las estrategias para seguir vendiendo su producto adictivo y letal y, realmente, ella es el problema, no la solución”, señaló, para exigir que “no se la incluya en el debate ni en foros de resolución de la problemática”.

DESILUSIÓN CON EL GOBIERNO

La recogida de firmas coincidirá en la segunda parte del año con la presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea por parte de España y, en este sentido, la presidenta de Nofumadores se mostró “bastante desilusionada” con el Gobierno de Pedro Sánchez, al entender que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, “durante dos años, ha dicho que iba a hacer algo y seguimos sin que esto ocurra”.

“Nos ha estado toreando”, aseveró, convencida de que “no ha hecho nada porque tenía en mente volver a la política canaria y ya se sabe el poder que tiene la industria del tabaco en Canarias”.

A este respecto, manifestó que “una de las grandes penas” para los defensores del control del tabaco en España fueron las elecciones catalanas, porque conllevaron la salida de Salvador Illa del ministerio, lo que calificó como “un traspiés, porque él sí estaba dispuesto” a abordar esta problemática para alcanzar "un futuro sin tabaco".