Dado que esta previsión supera el capital de la compañía (60.800 millones) y que la matriz japonesa, Nissan Motor Company ya ha anunciado que no tendrá lugar la ampliación de capital de 10.000 millones de pesetas planeada para el último trimestre de 1993, los analistas de la sociedad de bolsa recomiendan "vender mentras se pueda".

AB Asesores apoya su tesis en que, lo más probable es que Motor Ibérica siga los pasos de Santana Motor, filial española de Suzuki, y vaya "reduciendo el capital a cero e inyectando nuevo capital al mismo tiempo (en algún momento de 1994)", lo que "permitiría a la matríz librarse de los accionistas minoritarios de su filial española y excluir de Bolsa las acciones".

Esta recomendación bursátil coincide con el anuncio de la visita del ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray a Japón la semana que viene, en la que se entrevistará con el presidente de la multinacional automovilística nipona, Yoshifumi Tsuji, para reclamar información sobre losplanes de futuro del grupo para su empresa española.

La caída de la demanda en el mercado automovilístico español ha acelerado la crisis de Nissan Motor Ibérica, cuyo primer paso fue la decisisón de la matríz, que controla el 70 por cien, de suspender el plan de viabilidad de la empresa hasta enero de 1994, una vez quede claro el pape de la filial en el conjunto del grupo y cual debe ser la dimensión de la plantilla.

Esta decisión supone un giro radical en los planes de la multinacional japonesa, que había diseñado una ampliación de capital de 10.000 millones para enjugar pérdidas, Nissan Motor las cifra en 40.000 para 1993, en una operación que AB Asesores califica como "regalar inyecciones de capital a 500 pesetas por acción" a los titulares minoritarios de acciones.