Ambos chavales estaban jugando al fútbol en una plaza del barrio almeriense de Pescadería cuando empezaron a discutir. De la disputa verbal pasaron a las manos y uno de ellos acabó prendiendo fuego al otro con alcohol. La víctima sufrió quemaduras graves que le dejarán secuelas de por vida.

El juzgado ha comprobado la veracidad de los hechos y ha ordenado que el autor de la agresión se intgre en un programa de reeducación prestando servicios durante un año en la Cruz Roja o Renfe, entidades con las que hay conciertos. Asimismo, el menor ha dejado de residir en Almería para ser trasladado a su localidad natal, en Granada.

El menor quemado había pasado por dos centros médicos, en Almería y Granada, pero hasta que no fue trasladado a Sevilla ningún juez o cuerpo policial tuvo conocimiento del caso.

Fue el médico de la capital hispalense quien, en cumplimiento de la legalidad, dio pare al Juzgado de Menores de Almería. Inmediatamente se iniciaron las investigaciones hasta que dieron con el causante de las lesiones, otro niño de su misma edad.