Según el doctor Antonio Peláez, presidente de SEAIC, "el mayor consumo de alimentos altamente sensibilizantes, como mariscos, pescados, frutos secos y algunas frutas, dan lugar un incremento de las reacciones alérgicas. Al mismo tiempo, estos mismos alimentos, sobre todo si se toman en elevadas cantidades o no han sido adecuadamente conservados, provocan urticarias de mecanismo no alérgico, en personas no sensibilizadas".

"Asimismo", agregó, "también en Navidad se prodcen con mayor frecuencia reacciones alérgicas por contacto, que aparecen en personas sensibilizadas generalmente a metales, y cursan en forma de eczema de contacto. El níquel es el metal que mayor número de afectados ocasiona, sobre todo entre las mujeres, ya que la mayoría de los complementos de bisutería están elaborados con este metal. Las personas alérgicas a los metales deben tener cuidado y comprobar a la hora de aplicarse maquillajes que no son metalizados o contienen purpurina".

Por este motiv, la SEAIC indica que hay que tener cuidado con los frutos secos y frutas, puesto que muchos dulces navideños, como los turrones o el mazapán, poseen estos ingredientes enmascarados entre sus componentes, por lo que antes de ingerirlos, se deben leer atentamente las etiquetas.

Además, las personas alérgicas al látex deben recordar que este alergeno tiene reactividad cruzada con varios alimentos propios de estas fechas, como las castañas, el kiwi o el plátano. El látex, uno de los materiales incluido e la fabricación de juguetes, así como en los guantes quirúrgicos, industriales y domésticos, puede causar reacción alérgica no sólo por contacto, sino también por la ingesta de algún alimento que haya sido manipulado con guantes de este material.

"Los juguetes fabricados con látex pueden ser peligrosos, principalmente para los niños afectos de espína bífida, que con frecuencia se encuentran sensibilizados al látex", afirmó el doctor Peláez.

Por otro lado, los expertos recuerdan que las fiestas naideñas se desarrollan en una época del año especialmente fría, de manera que patologías de origen alérgico, como el asma y la rinitis, se pueden ver agravadas por los procesos virales propios del invierno.

El presidente de la SEAIC indicó que "por causa de las vacaciones escolares y por el frío, los niños permanecen en casa más tiempo, lo que puede favorecer la exacerbación de la sintomatología, tanto en los pacientes afectados de rinitis como de asma, por causa de ácaros, hongos y epitelios de animals domésticos. También las reuniones en lugares cerrados, donde habitualmente se fuma, empeoran a los pacientes asmáticos".

Respecto a la forma más adecuada de actuar cuando se sufre un proceso alérgico, los expertos mantienen que cuando se conoce el alimento responsable de la reacción, la mejor terapia consiste en eliminarlo totalmente de la dieta. En el momento de la reacción alérgica aguda, el paciente debe acudir al centro médico más próximo para que se le administre el tratamiento más adecuado.

Si la alergia es por metales o cosméticos, lo habitual es que se trate de una dermatitis, de fácil control con sólo evitar el alérgeno, y tratando la zona afectada, por lo que el proceso durará sólo unos 2 o 3 días. Sin embargo, si el paciente presenta un cuadro urticariforme agudo se debe acudir a la consulta de urgencias. Una vez controlado cualquier proceso alérgico es recomendable ir al alergólogo, quien establecerá un diagnóstico correcto de la patología.