"La innovación tecnológica de la que hoy disponemos debe de ser utilizada con mucha más responsabilidad por parte de los poderes públicos", aseveró la ministra.

En este sentido, subrayó, a modo de ejemplo, que "no es concebible" que en España se sigan ocupando cauces de los ríos y zonas inundables. "En eso hay responsabilidad del ministerio, pero también de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos, que deben tener en cuenta todo lo que nos permite conocer la meteorología y la capacidad de predicción".

"El avance tecnológico", añadió, "tiene que ser paralelo y tiene que verse correspondido con un esfuerzo y un avance en la responsabilidad institucional para poder convivir con los cambios climatológicos de una manera responsable".

El Día Meteorológico Mundial, que este año se celebra bajo el lema "El tiempo, el clima, el agua y el desarrollo sostenible", se estableció para conmemorar la entrada en vigor, el 23 de marzo de 1950, del convenio por el que se creó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

En esta ocasión, según señaló el director general del INM, Francisco Cadarso, ha servido para subrayar la contribución esencial de la meteorología, la hidrología y las ciencias geofísicas conexas al progreso de la humanidad, al desarrollo socioeconómico sostenible, a la protección del medio ambiente y a la lucha contra la pobreza.

"LOGROS ESPECTACULARES"

En su intervención, Cadarso subrayó los "espectaculares" logros de la meteorología y la hidrología en los últimos decenios, que han supuesto la creación de servicios meteorológicos cada vez más perfeccionados. "Se ha producido una mejora de la calidad y de la precisión de las predicciones y de los avisos meteorológicos", aseguró.

No obstante, reconoció que "aún queda mucho por hacer" para que estos avances supongan acabar con los efectos que los cambios meteorológicos acarrean.

Según dijo, en el decenio 1992-2001 el 90% de los desastres naturales fueron de origen meteorológico. En ese mismo período, los desastres causaron 622.000 víctimas mortales, afectaron a más de 2.000 millones de personas, asolaron tierras cultivables, propagaron enfermedades y causaron pérdidas económicas que se estiman en 450.000 millones de dólares, una cifra que supone el 65% de los daños causados por el conjunto de los desastres naturales.

Por todo ello, Cadarso aseguró que uno de los principales objetivos de la OMM y de los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales es contribuir a lograr una reducción importante del índice de mortalidad relacionado con los desastres naturales de origen meteorológico, hidrológico y climático.

Al celebrar este día, concluyó el director general del INM, "mi deseo es que el año 2005 se caracterice por un reforzamiento de la colaboración del INM con la OMM, apoyando así esta ingente tarea y contribuyendo a un mejor desarrollo de las líneas de acción del Ministerio de Medio Ambiente".