El Padre Angel, premio Príncipe de Asturias por su trabajo en 'Mensajeros de la Paz', explicó que su trabajo se extiende ya por 25 países y destacó: "Movidos por un humanismo cristiano, hemos hecho mucho, pero aún nos falta bastante por hacer".

Los nuevos proyectos de esta ONG persiguen dos objetivos: paliar la soledad de los ancianos y luchar contra la eslavitud infantil en Africa. "Las personas de la tercera edad van a ser cada vez más en España y su atención será un reto para las ONG. En Madrid han muerto veinte ancianos solos en los últimos tres meses. No lo podemos permitir", afirmó.

"La Iglesia", añadió, "ha sido pionera en iniciativas solidarias. Ahora le llamamos 'solidaridad', pero en el fondo estamos hablando de caridad, de fraternidad".

El Padre Angel señaló que "un encuentro ecuménico como el que hemos celebrado en Torreciudad demuestr que es posible la colaboración entre diferentes confesiones".

ISLAM: RIQUEZA PARA EUROPA

Por su parte, Riay Tatary, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España, explicó que el Islam puede enriquecer la sociedad. "A Europa le falta una espiritualidad, y el Islam puede aportar algo a este vacío". Tatary habló, por ejemplo, del trato a los ancianos: "Para los musulmanes la joya de la casa es la persona mayor".

Las comunidades islámicas de España centran su ayuda solidaria en programs de atención a los inmigrantes, especialmente a los musulmanes. "Les damos acogida y colaboramos en su integración. Este trabajo está dando grandes resultados", apostilló.

Ante quienes esgrimen que las religiones son fuente de conflicto y guerras y no de acciones solidarias, Riay Tatary señaló que "las religiones jamás conducen al conflicto cuando se viven verdaderamente" y lamentó que, en muchas ocasiones, se utilice "el paraguas de la religión" para lograr otros intereses.

Mariano Blázquez, seretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, explicó que las iniciativas sociales emprendidas por esta Iglesia "son bastante desconocidas, porque tienen un carácter privado, ya que hasta ahora no hemos podido acceder a subvenciones ni ayudas públicas". En su opinión, las religiones sirven de acicate a las acciones solidarias porque subrayan de manera especial la "dignidad de las personas"