Esta es una de las medidas que el presidente murciano comunicó hoy a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, con quien se reunió durante algo más de una hora en la sede del ministerio.

Narbona calificó de "muy buena noticia" que el presidente de Murcia vaya a dar un "papel central" a la desalación como solución al problema de abastecimiento de agua en el litoral.

Además de la desalación, Valcárcel trasladó a la ministra una propuesta relacionada con un trasvase desde el Tajo medio. En concreto, se refirió a la posibilidad de que desde el río Alberche y el embalse del Azutam se abastezca de agua las Tablas de Daimiel, Ciudad Real, Albacete y la zona de la Machuela, todas ellas en Castilla-la Mancha.

Además, propuso que se lleve agua del Guadalquivir a la cuenca del Almanzora a través del río Negratín para satisfacer las necesidades de la provincia de Almería.

De esta forma, Castilla-La mancha y Almería verían satisfechas sus demandas y se podría destinar a Alicante y Murcia toda el agua del trasvase Tajo-Segura.

Ambos dirigentes coincidieron en impulsar la búsqueda y utilización de aguas subterráneas en el Sinclinal de Calasparra y en el Acuífero del Luchena. Sin embargo, discreparon sobre la posibilidad de trasvasar agua desde el Ebro.

CULTIVO LEÑOSO

Valcárcel indicó que en Murcia se necesitan 100 hectómetros cúbicos hasta final de año para todos los usos agrícolas, o, en su defecto, 68 hectómetros cúbicos sólo para el cultivo leñoso.

Ante la preocupación mostrada por Valcárcel con el abastecimiento de este tipo de cultivos, Narbona anunció que en el próximo Consejo de Ministros se tomará una decisión para cubrir su necesidad de agua.

En la rueda de prensa que ofrecieron conjuntamente, Valcárcel y Narbona mostraron sus diferencias en cuanto a la percepción de los trasvases como instrumento de lucha contra los problemas de abastecimiento de agua.

Mientras que la ministra considera que son "fuentes de conflicto", el presidente murciano indicó que los trasvases son la "solución definitiva".