El objetivo es la promoción, salvaguarda y cumplimiento de los derechos y deberes relacionados con la salud, y la consolidación del papel de usuarios y pacientes como participantes activos de la Sanidad.

La Región de Murcia es la tercera autonomía, después de las comunidades de Valencia y de Castilla y León, que aborda una regulación completa en esta materia, cuyos contenidos serán exigibles en toda actuación sanitaria que se desarrolle en la comunidad.

Entre sus principales novedades se encuentra el impulso de acciones para la mejora de la asistencia sanitaria, en especial respecto de determinados usuarios o colectivos que merecen una mayor protección (personas mayores, discapacitados, enfermos mentales, menores, enfermos crónicos o terminales, pacientes con enfermedades raras, víctimas de maltrato, drogodependientes, extranjeros y, en general, grupos de riesgo o exclusión social).