Según datos publicados hoy por esta organización de consumidores, frente a las 3.938 incidencias del pasado año, en 2008 se llegó a las 31.739, si bien es cierto que en su amplia mayoría se trata de consultas (cerca de 28.500), más que de reclamaciones (3.282).

"Este espectacular incremento, que no cuenta, como es evidente, con las incidencias vividas en este sector a principios de este año, se debe sobre todo a la necesidad de información de los usuarios de cara a la nueva situación del sector eléctrico y, en especial, con la eliminación de la tarifa nocturna y los diversos incrementos en el precio de las tarifas vividos durante el año pasado", explica CECU.

Electricidad pasa así a ser el tercer sector en incidencias en 2008, en una clasificación que sigue liderada por las telecomunicaciones.

En este sector las cifras han descendido algo respecto a 2007. Concretamente, en 2008 se recogieron más de 35.000 incidencias, frente a las más de 45.000 recogidas el año anterior. De ellas, cerca de 29.000 se deben a consultas y 6.500 a reclamaciones.

En las telecomunicaciones los problemas más habituales han sido los relacionados con servicios de atención al cliente, fraudes en números de tarificación adicional, dificultades para la tramitación de bajas o problemas con las facturaciones, entre otros. Los casos de este sector suponen el 15,3% del total del año.

Tras telecomunicaciones se sitúa el conjunto de problemas relacionados con la vivienda, sector predominante en años anteriores y que continúa su descenso en 2008, al registrar una bajada del 14%. Con una cifra total de 32.422, es destacable el descenso en reclamaciones, que alcanzan casi 6.000, con un descenso del 28%.

Los cinco sectores con más problemas se completan con los de servicios bancarios y financieros y electrodomésticos. El primero registró un aumento importante en 2008, duplicando las cifras del año anterior, a causa, principalmente, de la crisis financiera y sus consecuencias en forma de dudas sobre las inversiones realizadas, incertidumbres en determinados fondos y, sobre todo, en el traslado a las hipotecas de las bajadas de tipos de interés.