Además, el Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional, del que es titular el juez José María Vázquez Honrubia, ha impuesto una multa de 1.800 euros para Santiago Méndez por ayudar a Bolívar a quemar el retrato a tamaño real del Monarca.

En la sentencia hecha pública hoy, el magistrado Vázquez Honrubia considera probado que Bolívar y Méndez acudieron el 6 de diciembre de 2007, día de la Constitución, a una manifestación independentista celebrada en el centro de Vigo con un carro de la compra en el que portaban una maqueta a tamaño casi real de una fotografía del Monarca.

Al llegar a la plaza de la Princesa, lugar en el que finalizaba la manifestación, Méndez abrió el embalaje tras el que se ocultaba el retrato y Bolívar, ocultando su rostro con un gorro y un pañuelo palestino, prendió fuego a la fotografía del Rey. Ambos fueron detenidos cuando intentaban huir.

La sentencia tiene en cuenta que Bolívar admitió durante su declaración en la vista oral ser el autor material de la quema del retrato del Rey y que, además, fue identificado "plenamente" por los agentes de la Policía que, de paisano y camuflados, vigilaron la manifestación independentista.

En cuanto a Méndez, el juez Vázquez Honrubia señala que su declaración durante el juicio "adoleció de una nula credibilidad" y que "no negó que portara el cajón" que contenía el retrato a tamaño real del Monarca.

Para el magistrado, las explicaciones del acusado, que aseguró no saber qué transportaba el carrito en el que Bólivar llevaba empaquetado la foto del Rey, y que él empujó durante gran parte de la manifestación, "son tan absurdas que no merecen una mínima crítica".

Además, indica que, según la declaración de los policías que comparecieron en la vista oral, fue Méndez quien, armado de un cúter, cortó el embalaje de cartón y extrajo la figura del Rey para que su compañero Bolívar, tras utilizar un líquido inflamable, le prendiese fuego.

Según estos datos, el magistrado Vázquez Honrubia llega a la conclusión de que "es más que evidente su previo convenio y voluntad concorde planeada de antemano, al menos con el otro acusado, para realizar la acción delictiva".

"No cabe la más mínima duda de que la quema en este caso, no de una fotografía si no de una figura a tamaño casi real del Rey en uniforme militar debe ser calificada como injurias a la Corona", señala la sentencia.