LAS MUJERES REPRESENTARON UN 34,5 EN LAS LISTAS DEL CONGRESO Y UN 45,2% EN EL SENADO EN EL AÑO 2000
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Las mujeres representaron un 34,5% en las listas del Congreso y un 45,2% en el Senado en el año 2000, según el estudio "La participación de la mujer en las elecciones generales 1993-2000" realizado por la empresa ODEC a petición del Instituto de la Mujer, informe dado a conocer hoy.
Según ese estudio, la presencia de las mujeres en las candidaturas electorales ha aumentado significativamente. La investiación se ha realizado mediante la creación y análisis de un Banco de Datos formado con los datos oficiales publicados de todas las candidaturas proclamadas para las Elecciones Generales de 1993, 1996 y 2000 (Congreso y Senado) y de los resultados de esas Elecciones aprobados por las Juntas Electorales.
AMPLIA PRESENCIA
De las 748 listas pluripersonales que se presentaron al Congreso en las Generales de 2000, sólo un 4,5% del total carecían de mujeres. La proporción era muy parecida en 1993, siendo u 4,1%.
En las Elecciones de 2000 se presentaron 744 candidaturas para el Senado, en un 45,2% de ellas se presentaba alguna mujer como candidata titular. La evolución ha sido positiva y mucho más marcada que en el conjunto, las listas de mujeres han pasado de un 45,3% en 1993 al 63,2% en 2000.
El cambio mayor si se consideran únicamente los dos partidos principales que conjuntamente obtienen más del 90% de los escaños del Senado: en el PP las listas para el Senado que incluyen candidatas titularespasan de sólo un 36% en 1993 al 78% en 2000; en el PSOE se pasa del 63% al 74%.
MUJERES PP Y PSOE
Durante el 2000 se presentaron al Congreso 5.982 candidatos titulares, de los cuales un 34,5% eran mujeres, porcentaje que ha crecido en punto y medio durante la década.
El crecimiento más relevante es el que se ha producido en la participación de mujeres en las listas de los dos partidos principales: la presencia de mujeres como candidatas del PP y del PSOE para el Congreso ha crecido aproximadamete en un 60% entre 1993 y 2000 (doce puntos y medio y dieciocho respectivamente).
La representación de mujeres en las listas al Senado en el 2000 representaba sólo un 27,7% (de los 1.436 candidatos titulares, 398 eran mujeres).
En las Elecciones de 2000 se presentaron entre todas las circunscripciones, 765 listas de candidatos al Congreso, de ellas encabezadas por mujeres un 18,8%. Esa proporción era ligeramente mayor que en las Elecciones de 1996, a las que se presentaron 530 listas, de las que 6 estaban encabezadas por mujeres. Este ligero avance se sitúa a la baja si lo comparamos con las Elecciones de 1993, en las que se presentaron 795 listas, entre las cuales encabezaban las mujeres 154.
La proporción de listas encabezadas por mujeres es aún menor en los partidos con representación parlamentaria: sólo un 14,9% en las Elecciones de 2000. Sin embargo, esta proporción ha crecido mucho entre 1993 y 1996 donde se duplicó el porcentaje (de 7,9% a 15,7%).
En las listas del Congreso la difrencia mayor está en los puestos seguros en los que las mujeres ocupan muchas menos plazas, aunque esa diferencia ha ido disminuyendo marcadamente durante los últimos años: en 1993 con una participación en las listas de un 24,7% las candidatas ocupaban únicamente el 12,6% , en cambio en el 2000 con una participación del 36,3% la proporción de puestos seguros ocupados por mujeres es del 26,8%.
En cuando a los puestos disputados sucede lo contrario: en las Elecciones de 2000 tanto en el PP como en el PSE, los puestos disputados ocupados por mujeres son proporcionalmente más numerosos que lo que corresponde a su participación general. En las listas del PP aumentó en 2000 hasta sobrepasar el 40%, en el PSOE eran ya en 1996 (y también en el 2000) superior al 50%.
En el Senado, en las tres elecciones se constata un desequilibrio en cuanto a la proporción de puestos seguros que ocupan las mujeres, comparada con su tasa de participación como candidatas. Este desequilibrio se ha ido corrigiendo, de modo qu en las candidaturas de 2000 la diferencia entre tasa de participación y proporción de puestos seguros se reduce a cinco puntos (de 29,5% a 24,0%), cuando era de quince puntos en 1996.
DECADA 1990-2000
En total, entre las Elecciones Generales celebradas en la década 1990-2000, se presentaron como candidatos 26.096 ciudadanos, de los que 8.698 eran mujeres, que representan un tercio del total. La trayectoria como candidatos es, en la mayoría de los casos muy corta: 22.251, el 85% se presentaron en un década y no volvieron a hacerlo.
El hecho más significativo es que sólo 783 personas se han presentado a las tres Elecciones Generales objeto del estudio, un 3% del total de candidatos, porcentaje al que el informe denomina "tasa de asiduidad". De estos candidatos asiduos son mujeres 189, menos de una cuarta parte del total. Entre las mujeres que se presentaron alguna vez como candidatas en las Elecciones Generales de esta década solamente el 2,2% volvieron a hacerlo en las tres ocasiones. La tasa deasiduidad de las mujeres como candidatas es menor que la de los varones (3,4%).
En cuanto a los partidos principales, el PP tiene mayor proporción de candidatos asiduos durante esta última década, tanto entre los varones (8,9%), como entre las mujeres (4%) manteniéndose la diferencia entre las tasas de asiduidad de uno y otro género.
El PSOE presenta tasas parecidas, pero algo menores y aún más diversas entre géneros (7,2% y 2,7%), y las tasas más bajas aparecen en IU (3,5% y 2,5%) y en los partios de ámbito regional, considerados en conjunto (2,9% y 2,2%).
CAMBIO DE CAMARAS
De los 26.096 ciudadanos y ciudadanas que se han presentado a las Elecciones Generales en la última década, 1.176 (4,5%) han sido candidatos a ambas Cámaras. Las proporciones de los que cambian de lista es más alta: en conjunto, un 37,2% de los candidatos asiduos han cambiado de Cámara, siendo la proporción entre las mujeres muy parecida a la de los varones -38% entre aquéllas y 37% entre éstos.
Solamente 783 persoas se han prsentado a las tres últimas Elecciones Generales y otras 2.452 se presentaron a dos elecciones sucesivas. Los análisis realizados en este estudio prueban que, en general, la fugacidad de las mujeres candidatas es mayor que la de los varones, en todo tipo de puestos, pero las diferencias entre géneros son pequeñas.
(SERVIMEDIA)
25 Ago 2001
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