MUERTE TARANCON. L CARDENAL DEDICO SU ULTIMA CARTA EN LA REVISTA "VIDA NUEVA" A LA ORACION

MADRID
SERVIMEDIA

Unos días antes de agravarse su estado, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón envió a la revista "Vida Nueva" su última carta, dedicada a la oración y que aún no ha sido publicada. La misiva es una invitación a permanecer a la escucha del Señor.

"La oración cristiana", afirmaba monseñor Tarancón, "consiste esencialmente en estar con El, poniéndonos confiadamente en sus manos, convirtiendo nuesro encuentro en un coloquio personal y amistoso con nuestro Hermano y Amigo Jesucristo".

El cardenal, tal como era su costumbre, envió a la revista un conjunto de nueve artículos, que "Vida Nueva" irá publicando en sus próximos números. Los artículos se titulan "El nuevo orden social", "La defensa del hombre", "Etica y libertad", "El Papa de la identidad católica", "La tradición en la iglesia", "Los discursos del Papa", "La salida de la crisis", "Las raíces cristianas de Occidente" y "La oración cristana", en el que evoca sus años de seminario.

El texto íntegro de esta última carta dice así:

"Durante mis años de seminario nos hablaban reiteradamente de la necesidad de la meditación. Con esta palabra se referían conjuntamente a cualquier clase de oración. Bien se podía comprender que la finalidad de esa insistencia era señalar un camino para realizar la consigna de Cristo: Conviene orar siempre.

Quizá la palabra que entonces se utilizaba podía dar pie para que algunos convirtieran la oracón en una especie de estudio y de reflexión que había de tener después consecuencias prácticas por medio de los 'propósitos'. Y puede ser que ese sentido restrictivo le haya quitado su clima propio y su fuerza vivencial a lo que debe ser la oración cristiana.

El Nuevo Catecismo da a la oración su significado profundo para que sepamos aprovecharnos de ese medio que Dios ha puesto en nuestras manos y que va conformándonos cada vez más con Cristo, hasta llegar a su plenitud, según la expresión de San Pabo. La oración, como recuerda el Catecismo, es un 'encuentro amoroso', es un 'coloquio personal', es un 'permanecer a la escucha' del Señor para conocer su voluntad. Santa Teresa expresará más tiernamente esa realidad: 'Es la conversación con un amigo', dirá ella, 'que sabes que te ama'.

Con esa definición no se excluye, no se minusvalora la oración vocal -el rezo- o la oración mental -la meditación-. Pero sí se nos indica que cuando el rezo o la meditación no cumpla esa condición de contacto amoroso, e coloquio personal con Dios que se reveló en Jesucristo, no podrá merecer el título de auténtica oración cristiana.

Lo interesante es que nos acerquemos al Padre por medio de Jesucristo; que nos encontremos con El, que sepamos repetir como Samuel: 'Hablad, Señor que vuestro siervo escucha', que nos abramos a su luz y a su gracia; que nos dejemos llevar por el soplo del Espíritu, como 'la hoja seca', en frase de Santa Teresita del Niño Jesús, que no opone ninguna resistencia al soplo de la brisa.

La oración cristiana consiste esencialemnte en estar con El, poniéndonos confiadamente en sus manos, convirtiendo nuestro encuentro en un coloquio personal y amistoso con nuestro Hermano y Amigo Jesucristo".

(SERVIMEDIA)
28 Nov 1994
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