El fallecido se encontraba en el balcón de su domicilio cuando se produjo la explosión en la cocina, sobre las nueve y media de la noche y, como consecuencia de la fuerza de la onda expansiva, salió despedido y cayó a la calle desde una altura de unos seis metros.

El fuego provocado por la explosión incendió la ropa de su mujer y su hija, que se encontraban en el interior de la vivienda y salieron a la calle envueltas en llmas, que fueron apagadas por los vecinos.

Francisco Díaz Sánchez, que llevaba cuatro años destinado en Carcastillo, falleció durante su traslado al Hospital de Navarra. A este mismo centro fueron trasladadas su mujer y su hija, que evolucionan favorablemente de las quemaduras que sufren en la cara y los brazos.

Aunque el equipo de atestados de la Guardia Civil todavía no ha concluido las investigaciones para determinar la causa de la explosión, todo parece indicar que el origen fue una fuga de prpano motivada por algún defecto en las conducciones del gas.

La violencia de la onda expansiva causó numerosos desperfectos en varias de las puertas contiguas a la de la vivienda siniestrada y en los tabiques de varios pisos del barrio de San Juan de Carcastillo, y el estruendo provocó alarma entre los vecinos, que creyeron que se trataba de un atentado.