MUCHAS EMPRESAS ESPAÑOLAS CERRARAN SI NO INVIERTEN EN CHINA
- Según el consejero delegado de Arco Atlántico, compañía especializada en asesorar a empresas españolas en el exterior
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Muchas empresas españolas estarán abocadas al cierre si no deciden invertir en China, un país con más de 1.000 millones de habitantes, cada vez más consumista y con un crecimiento económico anual próximo al 10%.
Esa es la opinión de Carlos Fernández, consejero delegado de Arco Atlántico, empresa española especializada en asesorar a compañías nacionales que invierten en el exterior y, particularmente, en China. Las empresas españolas a las que presta servicios facturan en el gigante asiático más de 24 millones de euros al año.
En una entrevista concedida a Servimedia, el ejecutivo de Arco Atlántico resaltó los beneficios de invertir en China, ya que las compañías españolas se pueden beneficiar de un "bajo coste" y lograr productos de "alta calidad" que pueden ser vendidos en el mercado español y europeo.
Además, una vez que se ha entrado en el mercado asiático, se puede dar el salto para empezar a vender en estos países, principalmente China o Japón, ya que las industrias españolas aportan diseño. "El mercado chino existe", sentenció.
Fernández advirtió, no obstante, de que China "no será la panacea mundial toda la vida. Habrá un final a la producción de bajo coste, pero entonces empezará el autoconsumo".
POCA PRESENCIA ESPAÑOLA
El consejero delegado de Arco Atlántico lamentó que España sea uno de los países "menos representados" empresarialmente en China. "Hemos tenido siempre el problema de no saber vender nuestros productos", afirmó. En la actualidad no llegan al centenar las empresas españolas implantadas en China, según sus datos.
En su opinión, vivir en China supone "un problema grande", que hace que el empresario español mire más a Latinoamérica que al gigante asiático. Sin embargo, auguró que "si no invertimos en China, muchas empresas españolas se irán al garete".
Para Fernández, todos los sectores industriales están "expuestos" a ser engullidos por China, no sólo el textil y el calzado, los más afectados hoy en día, por lo que deben plantearse dirigirse a este país, aunque estableciendo "mucho control de calidad" sobre los productos allí fabricados.
Hoy en día, montar una empresa en China, con todos los permisos, requiere de unos tres meses, plazo que es prácticamente comparable a lo que se tarda en España.
Un poco más se necesita para lograr el permiso de exportación, que se puede demorar uno o dos meses más, concluyó Carlos Fernández.
(SERVIMEDIA)
01 Dic 2005
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