En un informe publicado este martes, recalcó que todas las clínicas del Ministerio de Salud en la gobernación se han visto obligadas a cerrar. Las farmacias se han quedado sin medicamentos y las ambulancias que transportan a los enfermos y heridos son objeto de bloqueos y ataques.

Destacó que ante las restricciones a sus movimientos y la amenaza de violencia, muchos enfermos retrasan la visita al médico o interrumpen por completo su tratamiento. Las familias de todo Hebrón sufren "graves dificultades económicas" por la pérdida de sus medios de subsistencia, lo que "obliga a muchas de ellas a cancelar su seguro médico, restringir su alimentación y prescindir de medicamentos esenciales, dado que ya no pueden permitírselos".

A través de los testimonios de pacientes y comunidades palestinas apoyadas por MSF, el informe expone las consecuencias que las restricciones de movimiento impuestas por Israel y la violencia física tienen en el acceso de los palestinos a la atención médica.

Describe también su "devastador impacto" en el bienestar físico y psicológico de las personas. Una de las zonas más restringidas de Cisjordania es la conocida como H2, donde 21 puestos de control permanentes operados por las fuerzas israelíes regulan la circulación de los residentes palestinos.

Según MSF, estos puestos representan importantes barreras para el personal sanitario que intenta acceder a la zona. Durante los dos meses posteriores al 7 de octubre, las clínicas del Ministerio de Salud dentro de H2 permanecieron cerradas, y sólo una clínica pudo abrir sus puertas, ya que la mayor parte del personal del Ministerio de Salud no tenía permisos para cruzar el puesto de control israelí hacia H2.

En noviembre de 2023, las fuerzas israelíes bloquearon el acceso a todo el personal del Ministerio de Salud en la zona, lo que obligó a cerrar las clínicas y centros de salud. "Aquí no puedes enfermar, no está permitido", denuncian los residentes.

DESPLAZAMIENTOS

El informe de MSF también arroja luz sobre los "desplazamientos forzosos" en la gobernación de Hebrón. "Las políticas y prácticas cada vez más coercitivas y violentas de las autoridades y los colonos israelíes empujan a un número creciente de familias palestinas a huir de sus hogares, en lo que puede equivaler a un traslado forzoso", aseguró.

El trabajo subraya que, desde octubre de 2023, los equipos de MSF han respondido a las necesidades urgentes de más de 1.500 palestinos en todo Hebrón que fueron desplazados a la fuerza de sus aldeas o cuyas casas fueron demolidas y sus posesiones destruidas.

"A pesar de sus responsabilidades como potencia ocupante, las autoridades de Israel no han cumplido sus obligaciones con el pueblo palestino", denunció MSF.

Las políticas israelíes aplicadas en Hebrón ya están teniendo consecuencias de largo alcance en la salud física y mental de los palestinos. Por ello, MSF pidió a las autoridades israelíes garantizar "el acceso sin trabas a la asistencia sanitaria y a otros servicios esenciales", "proteger a los palestinos frente a los desplazamientos forzosos" y facilitar "el regreso seguro de las comunidades desplazadas a sus hogares".