MOVIMIENTO CONTRA LA INTOLERANCIA DENUNCIA EN EL JUZGADO UNA AGRESIÓN RACISTA POR UN VIGILANTE DE METRO
- Una inmigrante nigeriana, tras un control de billetes, recibió diversos golpes que le causaron un esguince cervical y contusiones.
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Movimiento contra la Intolerancia ha presentado una querella criminal contra el vigilante de Metro que agredió a una inmigrante nigeriana, denunciándole por lesiones, amenazas e injurias. Pide su expulsión de la empresa por las connotaciones violentas y racistas de su conducta y solicita al Juzgado las grabaciones de las cámaras de seguridad del Metro, según señala en un comunicado.
y manifiesta que los abono-transporte de las inmigrantes eran correctos.
Los hechos ocurrieron el pasado 14 de febrero, en la estación de Joaquín Vilumbrales, en Alcorcón. Lilian, víctima de la agresión, y su amiga Stella viajaban en un vagón cuando tres revisores de metro y un vigilante entraron pidiendo el billete a todas las personas.
Según la narración de lo acaecido, contada por la víctima e incluida en el comunicado, "las dos enseñamos el ticket-abono transporte correspondiente al mes. El revisor cogió el abono de Stella nos hacen bajarnos del vagón en la parada J. Vilumbrales, seguidamente nos piden la documentación, nosotras extrañadas preguntamos porque nos la piden, si tenemos el abono y su ticket".
"Stella", continúa la narración, "les dice su numero de N.I.E, en ese momento interviene el vigilante de seguridad diciendo que el nº es falso, que no corresponde, y yo les recrimine que teníamos prisa, que no podíamos entretenernos, que iba a trabajar, cuando el vigilante nos insulta diciendo "de que trabajar, si vosotras, sois putas, venís a trabajar aquí de putas" (haciendo gesto de felación con boca y mano) yo le conteste que por qué nos insultaban, y él insistió diciéndonos putas; yo le conteste que eso lo será su mujer, y en ese momento es cuando el vigilante empieza a pegarme puñetazos, tirarme del pelo, romperme el abrigo, diciendo que nos va a matar, que nos vayamos a nuestro país, que esta harto de inmigrantes, que va a acabar con todos uno a uno, que era racista, que le daba igual decirlo, que nos cortará el cuello, que le da igual ir a la cárcel, que va a hacer que nos deporten..."
"Stella al ver la pelea intenta separar pero los revisores unos 6 y algún vigilante más que vendrían de otros trenes o de la misma estación, la sujetan para que no pueda intervenir, ella intento grabarlo con el móvil pero se lo cogieron y lo destrozaron".
"Yo", sigue el relato de la víctima, "en un momento me escape de él y corrí llorando y chillando socorro por el andén y el mismo vigilante me perseguía haciendo gestos de cortarme el cuello, me cogió y me empujó a un banco metálico, me puso la porra en la nuca para inmovilizarme e intento ponerme la esposas pero yo asustada me defendía con los brazos y pies y conseguí levantarme él corrió detrás e intentaba empujarme a la vía cerrándome el paso y diciéndome "te voy a tirar a la vía".
"Otro vigilante que llegó al sitio al ver a su compañero tan desquiciado y amenazándome, lo sujetó para evitar que me tirara a la vía. Mientras tanto Stella pudo ver como una señora con su hijo se paraba y preguntó que qué pasaba, que porqué la pegaban y perseguían y los revisores y otros vigilantes la echaron insultándola también".
"Cuando sujetaron al vigilante que me pegaba se acabó la agresión y pedí que por favor viniera la policía, y me dijeron que ya la habían llamado. Llegaron dos policías y entonces sólo quedaban dos vigilantes de seguridad. Los revisores y otros vigilantes, que llegaron a ser entre seis y ocho habían desaparecido, ninguno de los dos vigilantes que allí había, era el que me había pegado. La policía me preguntó por lo ocurrido y si llevaba abono, se lo enseñe y se quedaron extrañados y preguntaron a la seguridad ¿Qué entonces porque las habían retenido?".
Tras revisión médica, Lilian sufre un esguince cervical y contusiones, lleva 15 días de baja, padece estrés postraumático, vive el acceso al metro con miedo a los uniformes y todavía no entiende por qué le ha sucedido esto, según señala el comunicado de Movimiento contra la Intolerancia, que también afirma que los abono-transporte de las inmigrantes eran correctos.
El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, reclama al Ministerio del Interior el riguroso cumplimiento de la Ley de Seguridad Privada, que no faculta a vigilantes funciones de policía, así como el establecimiento de un protocolo a cumplir para evitar el acceso a estas empresas de personas que evidencien comportamientos racistas o discriminatorios.
(SERVIMEDIA)
02 Mar 2008
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