Moratinos participó esta tarde en la reunión del Consejo de Relaciones Internacionales del PSOE, coordinado por la responsable de esta área en la dirección del partido, Trinidad Jiménez, y en la que también estuvieron los secretarios de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y el ex presidente del Gobierno Felipe González, además de otros dirigentes y parlamentarios socialistas.

La intervención de Moratinos fue abierta a los medios de comunicación antes del debate a puerta cerrada, y respondió además a varias preguntas, algunas sobre Bolivia. Negó que haya existido pasividad y precisó que nada más conocer la noticia de la aprobación del polémico decreto la maquinaria del ministerio y de la Embajada se puso en marcha para enviar un mensaje "de firmeza" y al mismo tiempo de voluntad de búsqueda de soluciones.

Ese fue el objetivo, subrayó, del viaje de una delegación española encabezada por el secretario de Estado Bernardino León, que mantuvo una reunión de trabajo "larga, intensa, y creo que fructífera" con las autoridades del país andino. "España no está renunciando a ninguna posición", sentenció el ministro sino que, por el contrario, busca una solución que satisfaga plenamente los intereses de las empresas afectadas, en este caso Repsol-YPF.

Para ello, aseguró, "no abandona la vía jurídica ni ninguna vía". Pese a que la reunión de Bernardino León en Bolivia arrojó resultados.

Moratinos reconoció que aún no hay "nada cerrado" sobre un posible encuentro entre los presidentes Rodríguez Zapatero y Evo Morales. "Hay una posibilidad" de que así sea, dijo, pero no está prevista por el momento la firma del documento al que Morales se refirió públicamente el pasado fin de semana.

El titular de Exteriores aseguró que no se renuncia a ninguna vía en su respuesta a una pregunta concreta. Antes, en su intervención, había reiterado que la concertación política y diplomática es, a juicio del Gobierno, "la mejor manera de alcanzar los objetivos que todos defendemos". El ministro expuso un balance de los dos años de Gobierno y concluyó que los compromisos adquiridos mediante el programa electoral se han ido desarrollando "párrafo a párrafo", con el objetivo de recuperar los ejes básicos de la política internacional de España pero teniendo en cuenta los cambios experimentados en el contexto mundial.

Desgranó con optimismo una gestión que, en su opinión, ha logrado devolver a España al corazón de la Unión Europea, mejorar las relaciones con Estados Unidos y demostrarlo con colaboraciones concretas más allá de la retirada de las tropas de Iraq, cerrar un acuerdo estratégico con China dentro del Plan Asia, y reforzar la relación bilateral con Marruecos al mismo tiempo que se mejora con el resto del continente africano.

El Plan África, dijo, estará listo en el segundo semestre del año. A partir de ahora, según el esbozo de Moratinos, los retos de la política exterior española son "horizontales", más allá de relaciones bilaterales con países concretos, y buscan mejorar la lucha contra el terrorismo, el tráfico de drogas o la inmigración ilegal.