Durante el acto, Moratinos manifestó que esta iniciativa potencia "nuestras relaciones con los países árabes" y contribuye a "saldar una deuda histórica con ellos".

El titular de Exteriores expresó su satisfacción "por hacer realidad lo que hace varios años era una utopía" y no solamente por "concebir el establecimiento de esa diplomacia pública de la Casa Árabe y de otras casas, sino también hacer realidad" este proyecto "gracias al Ayuntamiento y su alcalde".

Una sede enclavada en "el corazón de la capital de España y en el eje del Madrid más cosmopolita y multicultural, dónde se ubica el antiguo edificio de Correos y Telégrafos, la Casa de América, el Instituto Cervantes o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando", añadió.

Se trata de una de las instituciones "más innovadoras de la diplomacia del siglo XXI" pues "su trabajo en red con las casas y equipamientos públicos orientados a la acción exterior española", representa una de "las experiencias más fructíferas, seguida de cerca tanto por la comunidad internacional como por la UE", aseguró.

Además, Moratinos explicó que la Casa Árabe permitirá la puesta en marcha de proyectos que, "por falta de espacio, no se habían podido desarrollar hasta ahora en Madrid", entre estos destacó la creación de una mediateca o un centro de documentación sobre los países árabes, único en España al servicio de todos aquellos que estén interesados en documentarse sobre estos países y sobre las relaciones hispanoárabes.

Por otra parte, Gallardón señaló que las Escuelas Aguirre son obra del arquitecto Emilio Rodríguez Ayuso y fueron construidas a principios del siglo pasado según los patrones de la arquitectura neomudéjar, un edificio restaurado con una inversión de 3,2 millones de euros, que sirvió para recuperar una superficie útil de 2.646 metros cuadrados, en tres plantas.

Según el regidor, "una intervención respetuosa con la construcción existente, que no modifica el volumen edificado" y que con la instalación de la Casa Árabe se pone "al servicio de la reflexión, el debate y el intercambio de ideas, elementos que no son privativos de Occidente, y que, pese a tantos tópicos, se encuentran inscritos también en lo mejor del pensamiento árabe, y sin los cuales éste no podrá conducir a sus sociedades hacia una modernidad plena que buscan y anhelan".

Gallardón recordó que Madrid es "una de las pocas capitales, o quizás la única capital europea, fundada por árabes y de nombre árabe" y apuntó que la capital tiene "una sociedad urbana que apuesta por la apertura, por la tolerancia, por la diversidad y el respeto en lo humano y en lo cultural", y por ese motivo se incentivan este tipo de iniciativas, "siempre bajo la dirección del gobierno de España", aclaró.

Además, "Madrid es socio de todos los consorcios existentes" en la ciudad, como la Casa de América, la Casa Asia, la Casa Sefarad-Israel y la Casa Árabe, añadió el alcalde.

"Los ciudadanos de origen árabe conforman en Madrid, y en toda España, una dinámica comunidad que contribuye de forma extraordinaria a nuestro progreso y de la que nos sentimos profundamente orgullosos", afirmó Gallardón.

Por eso Madrid "ofrece un punto de encuentro para la cultura de tantos vecinos de origen árabe que buscan en nuestra ciudad una nueva vida, una nueva oportunidad", pues "al mismo tiempo saben que aquí pueden profundizar en sus raíces", concluyó.