Así lo explicó durante su comparecencia, a petición propia, en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento, en la que se preguntó “de dónde se piensan el señor Moreno Bonilla y la señora Ayuso que salen los presupuestos que permiten hacer políticas de lucha contra las violencias machistas”.

“No sé si creen que caen del cielo o que nos los encontramos en unos sobres que están encima de la mesa, en sus despachos. Pero ya les digo yo que no, que el dinero para luchar contra las violencias machistas sale de los impuestos, de una política fiscal que se corresponda con nuestra Constitución, de una política fiscal justa”, subrayó, consciente de que la fiscalidad “justa” es “la base que permite construir unos servicios públicos fuertes y unas políticas de lucha contra las violencias machistas, de conciliación y para la igualdad fuertes, que es lo que necesita nuestro país”.

Junto a ello, advirtió de que el Gobierno de Pedro Sánchez seguirá “avanzando” en la inversión en políticas feministas “que salvan vidas, que nos hacen un país mejor”, para, a continuación, subrayar que los próximos presupuestos generales del Estado “tienen que reflejar esa inversión que necesitan las vidas de las mujeres de nuestro país para que estén libres de violencias machistas”, para mejorar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral y, “por supuesto, para seguir luchando contra la Lgtbifobia y el racismo”.

En este punto, reivindicó que España “necesita un año más unos presupuestos feministas” que, a su juicio, “nos permitirán avanzar con paso firme en la agenda feminista de este gobierno” con la implementación de políticas feministas que “consiguen acortar las brechas de desigualdad y por tanto, son especialmente beneficiosas para las mujeres”.

REACCIÓN MACHISTA

Tras defender que el Gobierno de Pedro Sánchez y el parlamento son, “sin duda, los más comprometidos con los derechos de las mujeres de toda la historia de la democracia”, aseveró que la garantía de esos derechos es uno de los “pilares” de la acción del Gobierno y resultan “más necesarios si cabe en este momento de incertidumbre y dificultades para nuestro país”, ante las que el Ejecutivo tiene la “tarea de dar certezas” en forma de políticas públicas que ofrezcan “soluciones y no solamente parches”.

En este sentido, la titular de Igualdad denunció que, “cuando más evidente se hace que luchar contra la crisis es hacer políticas feministas, más se empeña la reacción machista en señalar al feminismo como su enemigo y frenar los avances de derechos de más de la mitad de la población”.

“Cada vez que oigan a los reaccionarios hablar de chiringuitos, de contratos para mantener relaciones sexuales, de ridiculizar a las mujeres feministas, piensen en la última vez que vieron a su madre sentarse en el sofá a leer un libro o ver la tele, en cuántas veces ha retrasado su hermana la cita en el médico porque no le daba tiempo a ir si quería trabajar y cuidar a su familia, quién limpia los baños en su casa, quién cobra la pensión más baja o quién tendió la mano a su compañera de trabajo cuando denunció que sufría violencia machista y nadie la creía”, apostilló.

Con respecto al futuro, dijo aspirar a que “antes de que acabe el año” la nueva ley del aborto y la ley trans y de derechos Lgtbi “estén definitivamente aprobadas y en vigor” al entender que son “dos piezas clave para el desarrollo de los derechos y libertades de la mayoría de la población”.

“Este es el momento, y no cualquier otro, de avanzar de forma decidida en los derechos de las mujeres y también de la comunidad Lgtbi”, espetó, para urgir a los parlamentarios a “hacerlo posible cuanto antes”.

VIOLENCIAS

Con relación a la lucha contra las violencias machistas, afirmó que, para el Gobierno, es “un compromiso innegociable” y estimó “evidente que no podemos descansar hasta que no haya ni una menos, hasta que erradiquemos todas las violencias”. “Pero es igualmente evidente que las políticas públicas contra las violencias machistas, y los compromisos presupuestarios que las hacen posibles, salvan vidas”, reiteró, para reconocer que “no existen recetas mágicas contra la violencia, más que la persistencia incansable en nuestro trabajo”.

En esta línea, instó a “no seguir obviando lo evidente, que los violentos no son los hombres en general, sino los machistas y maltratadores, pero que efectivamente, todos los agresores son hombres” y se dirigió “particularmente a los machistas” para preguntarles lo que “están dispuestos a hacer por la igualdad, para construir esa sociedad feminista”. “Esta pregunta no puede seguir sin responder en nuestro país, pues somos mayoría los que tenemos la firme convicción de que no erradicaremos la violencia machista hasta que los hombres también se impliquen”, resolvió.

En el marco del día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, que se celebra este viernes, advirtió de que “no habrá abolición de la prostitución y de la explotación sexual o la trata sin condiciones materiales para que todas estas mujeres tengan vidas alternativas”. “No basta con perseguir de forma eficaz a los proxenetas y tratantes, lo determinante es romper el círculo de precariedad y exclusión que hace que muchas veces esas mujeres vuelvan, incluso tras haber salido, a una situación de explotación sexual”, apostilló.

En este sentido, rechazó que las “derechas insisten siempre en políticas punitivistas y no de justicia social y reparación para acabar con las violencias porque les sale más barato”, por lo que llamó a “sentar las bases para que, por fin, España se tome en serio acabar con la trata y la explotación sexual”.

VIOLENCIA POLÍTICA

Finalmente, lamentó que, “con demasiada frecuencia”, en España “se desacredita a todas aquellas mujeres que toman el espacio público para reivindicar sus derechos” e insistió en que los “avances feministas son imparables, pero cuentan con una reacción cada vez más agresiva”.

“La propaganda machista que busca dar miedo a las mujeres, generarles dudas y ridiculizar el ejercicio de sus derechos, está cada vez más presente en la vida pública. Del mismo modo, la violencia política contra las mujeres que deciden hacer feminismo para transformar este país y acabar con las desigualdades y el machismo, no para de crecer”, abundó, para dejar “claro” que “a ninguna mujer feminista de este país se le ataca por defender un país mejor”.

“Se nos ataca para evitar que avancemos en derechos, que tomemos el espacio público y político que históricamente se nos ha negado”, concluyó, convencida de que la violencia política contra las mujeres “es una herramienta de control, silenciamiento y dominación que despliegan quienes no quieren que el país avance de manera igualitaria” y de que “no es más que un aviso a navegantes”.