Monseñor Tagliaferri, a quien sustituirá el prelado húngaro Lajos Kada, agradeció hoy públicamente a la Iglesia y la sociedad española el apoyo mostrado durante su presencia en la Nunciatura y envió un saludo "afectuoso" a toda la Familia Real.

El nuncio saliente también se despidió de las autoridades del Estado y los miembros del cuerpo diplomático acreditado en España, "para que su trabajo sirva cada vez con más nitidez al bien común. Me voy de España con el corazón agradecido", señala en un comunicado que difundió el Servicio de Información de la Iglesia Católica.

"Esta Iglesia y este pueblo", agrega, "a los que he tratado de servir con todas mis fuerzas, no dejarán nunca de estar en mi corazón y en mis oraciones".

Mario Tagliaferri segura que su afecto por la Iglesia en España ha crecido a lo largo de los diez años que ha permanecido en el país, y hace mención especial a los obispos, en quienes asegura ha encontrado siempre "un espíritu de colaboración fraterna, sin el cual no me habría sido posible cumplir la misión que el Papa me había encomendado".