En declaraciones a Servimedia, tras conocer el fallecimiento del Santo Padre, Miret Magdalena valoró como "cualidad sorprendente" la capacidad de convocatoria que tenía a lo largo de sus viajes por todo el mundo: "miles de personas que se quedaban encantadas".

Desde el punto de vista intelectual, "doctrinal y moralmente él tenía miedo de todas esas novedades (...) y realmente le hacían ir para atrás respecto a lo que pensó el Concilio Vaticano II".

Por otra parte, manifestó su deseo de que el próximo Papa sea latinoamericano. Al respecto, apostó por el cardenal Oscar Andrés Madariaga, salesiano, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) y nacido en 1942.

"Creo que sería un elemento bueno porque la mitad casi de los católicos del mundo están en América y porque creo que no debíamos de continuar teniendo Papas que fuesen no sólo italianos (...) tenemos que ir hacia otros continentes porque se ha abierto el abanico de las culturas".

Sobre si el sucesor de Juan Pablo II pudiera ser español, dijo: "Es casi impensable un Papa español, porque nuestros cardenales son poco conocidos en el mundo en general. No han destacado por nada en el resto del mundo".