Borrell, que realizó una visita a todo el trazado de la autovía queen un futuro unirá la capital cántabra con Vizcaya, junto al delegado del Gobierno en la región, Antonio Pallarés, dijo que el tramo inaugurado hoy es "un símbolo" de lo que es el eje de la cornisa cantábrica, "porque a pesar de sus cerca de tres kilómetros, es el más caro que hemos construido".

La dificultad y cuantía de las obras realizadas en este tramo estriba en la construcción de un falso túnel que evita la travesía por el municipio de El Astillero, por el que discurre el trazado de la carreteray de la línea de ferrocarril entre Santander y Bilbao.

La autovía dispone de dos calzadas de siete metros cada una, arcenes de 1,5 a 2,5 metros y una mediana de separación de tres metros con barrera rígida de hormigón. Cuenta con tres enlaces hacia las localidades próximas y ha sido preciso construir una nueva estación de tren en El Astillero y realizar tratamiento geotécnicos debido al asiento de la mayor parte de la autovía sobre una marisma.

Borrell procedió también a examinar el estado de lasobras que aún no han concluido de la autovía entre Santander y Vizcaya, los tramos comprendidos entre Hoznayo y Treto y entre Castro Urdiales y Colindres, los cuales estarán finalizados a finales de 1994, según anunció el ministro.

El titular de Obras Públicas aseguró que las inversiones en infraestructuras en la cornisa cantábrica no sufrirán recortes en los próximos años. "No habrá recortes presupuestarios y hemos retrasado otras obras para que éstas puedan hacerse al ritmo que los proyectos lo permtan, y estamos trabajando a todo ritmo".

José Borrell anunció que en el presente ejercicio se licitarán los primeros tramos de la unión entre Santander y Oviedo y aseguró que "la cornisa cantábrica es en estos momentos y desde hace ya tres años la prioridad absoluta del ministerio y las obras no se van a detener".