Catalá, que inauguró el II Congreso de Auxiliares de Enfermería, dedicado a las drogodependencias, la hepatitis y el SIDA, recordó que el marco de la Administración pública permite una oscilación escasa a la hora de plantear incrementos en las retribuciones de una parte de su personal.

Sanidad pretende devolver a ilusión de este colectivo adoptando medidas que mejoren las condiciones de trabajo y la formación permanente en todas las categorías, según manifestó el responsable ministerial.

Durante la primera jornada del congreso, los representantes de los auxiliares de enfermería solicitaron a la Administración que mejore la formación del personal sanitario, especialmente en las áreas de drogodependencias, hepatitis y SIDA.

En opinión de María Fe Gamo, preventista del Hospital Universitario de Getafe (Madid), el personal sanitario no ha tenido hasta ahora una formación adecuada para atender a la población toxicómana, que necesita una atención muchos más amplia que la estrictamente médica y que es un colectivo con alto riesgo sanitario.

La preventista madrileña recordó a las auxiliares que la población toxicómana cuenta con una prevalencia de la hepatitis B de entre el 6 y el 11 por ciento.

Según los datos aportados por María Fe Gamo, el 25 por ciento del personal de enfermería contrae el virus dela hepatitis B a lo largo de su actividad profesional.

Un grupo de auxiliares vascas recomendaron a sus compañeras un trato más humano a las personas drogodependientes, aunque teniendo en cuenta sus características.

El colectivo de auxiliares de enfermería está compuesto por unos 85.000 profesionales, aunque no existen datos rigurosos, ya que no es obligatoria su colegiación.

El congreso, que mañana estará dedicado a la atención a enfermos de SIDA, ha sido organizado por el Sindicato de Auxiiares de Enfermería (Sae), que cuenta en la actualidad con 10.000 afiliadas de todo el territorio español.