Francisco José Alcaraz, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), organización convocante del acto, leyó un escrito en el que denunciaba las "sucias maniobras" que, a su juicio, empleó el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, para "acabar" con Fungairiño. Esa actuación, apuntó Alcaraz, despierta una mezcla de consternación, rabia e indignación entre las víctimas del terrorismo.

Junto a Alcaraz también leyó parte del manifiesto Irene Villa, víctima de un atentado de ETA y delegada en Madrid de la AVT. Villa resaltó la labor de Fungairiño en la lucha antiterrorista, y calificó "ejemplar" la tarea realizada por el que fuera fiscal jefe de la Audiencia Nacional durante los casi 25 años que estuvo en dicho tribunal.

Alabó el trabajo de Fungairiño por su "fidelidad extrema al Estado de Derecho, su máxima honradez, no dejándose amilanar por intereses partidistas, y su dedicación absoluta a su profesión y a los intereses públicos".

Durante el homenaje se escucharon eslóganes en favor de la unidad de España, de las víctimas del Terrorismo, de la AVT y de la figura de Fungairiño.

Los manifestantes corearon consignas pidiendo la dimisión de José Luis Rodríguez Zapatero y Cándido Conde-Pumpido, y algunos enarbolaban pancartas en los que se leía que Fungairiño cumplía la ley y encarcelaba a los terroristas, mientras que el fiscal general y el Partido Socialista se dedican a excarcelarlos.

Algunos medios de comunicación también fueron objeto de las críticas de los asistentes, lo que obligó a Irene Villa a exigir "respeto y solidaridad" hacia la prensa, y que no se insultara a nadie durante el acto.

La AVT colocó un libro de firmas para que todos los asistentes dejasen un mensaje para el que fuera fiscal jefe de la Audiencia Nacional. Posteriormente, la AVT entregará dicho libro a Fungairiño como muestra de su apoyo.

Por otra parte, en la conclusión del acto, el presidente de la AVT confirmó que convocan para el próximo 25 de febrero una manifestación en Madrid, entre plaza República Argentina y la plaza de Colón, para protestar por la política antiterrorista del Gobierno.